Imaginen tener al JJ, libre, frente a frente. O drogado, alcoholizado e irritado en un antro a las cinco de la mañana. O con La Barbie, planeando una venganza.
Imagínense desvalidos en una casa de seguridad en el momento en que se abre la puerta y el f entra a interrogar o, llanamente, a divertirse con uno.
“Tiene una mirada de reptil”, resumió ayer el periodista Javier Aranda. “Helada antes de atacar”.
Es la cara del enemigo contra el que se pelea en esta guerra de espanto.
Sus frases, lógica, agresividad, desdén, desplantes registrados en la espléndida entrevista que le hizo Carlos Loret de Mola formarán parte del mejor archivo para tratar de comprender los tiempos que vivimos.
¿Se puede hacer un pacto con el JJ? Gracias a la útil observación de Fernando Lerdo de Tejada, presidente de Estrategia Total, que nos sugirió afinar una pregunta, podemos decir que los mexicanos no quieren un pacto con los criminales.
Preguntó el lunes el Gabinete de Comunicación Estratégica (mil 500 entrevistas telefónicas en todo el país): ¿Se tiene que seguir con la lucha contra el narcotráfico o se tiene que pactar un alto al fuego con ellos? Un abrumador 62.4 por ciento de los entrevistados respondió con un rotundo sí. Solo 26.2 por ciento piensa lo contrario.(…)
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