viernes, 21 de enero de 2011

[Leo Zuckermann. Juegos de poder] El conservadurismo priista



El 10 de enero de este año, el secretario de Salud del nuevo gobierno de Tamaulipas, Norberto Treviño García Manzo, “prohibió el uso de minifalda y ropa de mezclilla al personal de la dependencia para evitar distractores”. También “recomendó a la gente cercana a su oficina evitar los gritos y las carcajadas”.

El 17 de enero, la de Administración “se sumó a la Secretaría de Salud en prohibir el uso de minifaldas en dependencias de gobierno”. El titular de esa dependencia, Jorge Ábrego Adame, dijo: “Si a mi oficina de trabajo va una muchacha en una minifalda muy cortita yo le voy a decir a la compañera que se vista un poquito más largo porque aquí viene a trabajar, no viene a una fiesta ni a una pasarela de modas”. El secretario así lo justificó: la gente “debe ir en condiciones adecuadas de vestimenta para hacer su trabajo, como vamos a cualquier otro lugar”.

Posteriormente las legisladoras del Congreso de Tamaulipas “se pronunciaron por que se respete el derecho a vestir”. Hay que recordar que el recién inaugurado gobierno de ese estado es del PRI. Y, por increíble que parezca, fue la diputada Beatriz Collado, coordinadora de la fracción del PAN, la que dijo “que la capacidad de los servidores públicos se mide por su talento y responsabilidad no por su vestimenta”.

Cosas veredes: los panistas reclamándoles a los priistas por su conservadurismo oscurantista. ¿No era al revés? ¿No fueron los gobiernos del PAN los que primero intentaron prohibir las minifaldas en Jalisco en 1995? ¿No hubo intentos similares en los estados de Guanajuato y Yucatán y en el ayuntamiento de Aguascalientes? Ahora, en pleno siglo XXI, es un gobierno del PRI el que prohíbe “ropa provocadora”.

Por cierto, la prohibición de minifaldas o escotes (porque también se incluyeron los escotes) en Tamaulipas no es un asunto nada más contra las damas. A los hombres también les prohibieron usar pantalones de mezclilla. No se trata, entonces, de un asunto de discriminación. Es de “orden y respeto”.

Los empleados, al igual que los congresistas, ya se quejaron. “Ante esa rígida disposición, empleadas de diversas áreas de la administración estatal exigieron a la secretaria general del SUTSPET, Blanca Valles Rodríguez, intervenir en su defensa”. Una empleada se mostró optimista: “Nuestra dirigente estatal siempre ha usado minifaldas y escotes, no creo que vaya a dejar de usarlo, el jefe siempre predica con el ejemplo”.(…)

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