jueves, 20 de enero de 2011

[Leo Zuckermann. Juegos de poder] Uno mediático, el otro importante



El martes, la Policía Federal (PF) anunció la detención de dos criminales. Por la mañana presentó a Flavio Méndez Santiago, alias El Amarillo, presunto fundador de Los Zetas y “responsable del control de tráfico ilegal de indocumentados y trasiego de droga en el sureste del país”. Por la tarde, la PF anunció la captura de José Jorge Balderas Garza, alias El JJ, presunto agresor de Salvador Cabañas, el goleador paraguayo del equipo de futbol América.

La atención mediática se centró en El JJ, quien era buscado desde hace un año cuando, en el baño del Bar Bar del DF, al parecer le disparó en la cabeza al afamado futbolista quien, de milagro, salvó la vida. Después de la presentación de este criminal, quien confesó ser “narcomenudista”, las dos televisoras nacionales lo entrevistaron con bombo y platillos.

El caso Cabañas-Balderas ha tenido gran atractivo mediático desde el principio. El último capítulo ha sido la captura del prófugo de la justicia que presuntamente le disparó a una celebridad como Cabañas. Además, El JJ resultó ser un personaje muy mediático: tiene cara de malo, habla como malo, viste a la moda y vive como rico en Bosques de las Lomas con casa lujosa, Jaguar en la cochera y guapa modelo colombiana en la recámara. En suma, todo un cliché inaguantable para los medios.

Pero no perdamos de vista que, al margen del atractivo mediático, la detención de El JJ se debe a un pleito de borrachos en un bar frecuentado por celebridades. Al parecer Cabañas y Balderas estaban intoxicados, se hicieron de palabras, los ánimos se calentaron, uno sacó la pistola y le disparó al otro. Mala noche para Cabañas. Estúpida para Balderas, quien resultó ser un narco de medio pelo que no sólo mata por negocios, como lo recomendaría cualquier mafioso serio, sino que también lo hace por motivos personales tan pueriles como demostrar su hombría. El borrachazo les costó a ambos personajes sus carreras. El futbolista ya no puede jugar, el narco irá a la cárcel. Un caso mediático que bien podría convertirse en un interesante episodio de una serie de televisión policiaca.(…)


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