Milenio Puebla
Sección: Opinión
Género: Opinión
Publicación: 20 de enero de 2010.
Autor: Fernando Alberto Crisanto
La designación ayer de Eukid Castañón Herrera como secretario general adjunto del Comité Ejecutivo Nacional del partido Convergencia, tiene varios mensajes y señales para el futuro inmediato y de largo plazo de la política poblana.
Primero, es necesario entender que lo que hace doce años nació como el Grupo Finanzas con la invitación que hizo el entonces gobernador electo Melquiades Morales a Rafael Moreno Valle para ser su secretario de Finanzas, se concretó apenas una semana antes de aquella toma posesión. No hubo un plazo suficiente para formar un equipo numeroso y se fue integrando poco a poco de forma consistente, hasta que seis años después pelearon por la candidatura del PRI al gobierno.
En el 2004 y con la designación de Mario Marín, Moreno Valle fue casi solo al Congreso local y personajes cercanos a él emigraron o fueron a realizar actividades privadas, esperando otro momento que se dio seis años después. El grupo compacto existe, pero lejos está de ser un muégano donde todos dependan de una sola persona o un proyecto único.
En ese contexto, Eukid Castañón, que en los últimos años ha destacado como consultor privado, irá a las ligas mayores de la política mexicana ante un cercano e inminente 2012, por lo que no se integrará el gabinete estatal por una decisión personal y estratégica del grupo, que está conformado por políticos de distintos partidos y posiciones ideológicas. El hecho está muy lejos de las versiones de vetos o impedimentos legales; en este momento es lo más conveniente para todas las partes, así de parejo está el suelo.
Pero el asunto no queda ahí, primero porque en Convergencia no hay más que un secretario general adjunto y como estableció su presidente, Luis Walton, su nombramiento implica además que asumirá responsabilidades como secretario técnico del Consejo Nacional y de la Asamblea Nacional, órganos supremos del partido.
El acto fue significativo, porque acudieron para avalarlo dos miembros de Convergencia que estarán en el primer nivel de la próxima administración: Fernando Manzanilla y Luis Maldonado Venegas.
El primero como secretario general y jefe del gabinete poblano, y el segundo en Educación Pública, ambos con trayectoria y militancia en ese partido, lo que deja en entredicho las versiones de una ruptura de la coalición Compromiso por Puebla y confirma la pluralidad con la que se integrará el equipo de Moreno Valle.
Convergencia está actualmente peleando por la gubernatura de Guerrero con amplias posibilidades de ganar, y para el 2012 la posición que asuma será determinante en el proyecto de la izquierda. Actualmente están muy cerca de López Obrador, pero siguen "deshojando la margarita".
Castañón se mantendrá cercano a la administración del próximo gobernador, de quien es amigo personal, pero realizará un trabajo político nacional que abona a sus intereses y aspiraciones y que no lo divorcia de un grupo que demostró ya su fortaleza: ganó en julio la gubernatura de Puebla. Ni más ni menos.
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