jueves, 10 de febrero de 2011

[Carlos Ramírez. Indicador Político] Fisco y parlamento, absurdos - No tax without representation



De nueva cuenta el debate sobre el IVA se ha centrado en el absurdo de que el poder legislativo decide aumentar impuestos, cuando los parlamentos nacieron como contrapesos del poder ejecutivo justamente para evitar la exacción de riqueza social.

El argumento de los conflictos en el parlamento de Inglaterra en los siglos XIII, XIV y XVII se sustentó en la tesis vigente de que no debe haber imposición tributaria sin representación (no taxation without representation). De hecho, el papel central de los congresos es justamente frenar las alzas de impuestos decididas por el ejecutivo sin reformas administrativas para el mejor manejo de los recursos.

Por eso llama la atención que el senador priísta Manlio Fabio Beltrones se ajuste a la función legislativa de representar al pueblo que paga impuestos y se enfrente a la bancada priísta en la Cámara de Diputados que se opone a bajar impuestos y a la que se le debe el alza de 1% en el IVA el año pasado. Se trataría del primer caso de legisladores que pugnan por subir impuestos o por mantenerlos altos, sin medidas de control del gasto presupuestal.

Pero el problema de fondo no radica en uno o dos puntos de baja del IVA, sino en el hecho de que la política de ingresos es clave en la definición del modelo de desarrollo. Y el punto más conflictivo de la política de ingresos es su utilización en la política de egresos: financiar la burocracia o detonar proyectos de desarrollo.

La iniciativa de Beltrones podría ser la última oportunidad para que el PRI regrese al sendero de la realidad económica y social. El dogma de la exención de IVA a alimentos y medicinas define el modelo asistencialista del subsidio como salario no monetario y por tanto la dependencia social de los subsidios fiscales y no salario real.(…)

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