viernes, 4 de febrero de 2011

[Héctor Aguilar Camín. Día con día] Liberal salvaje, 2



La unidad mexicana, la identidad nacional, la mitológica o verdadera sensación de haber compartido alguna vez una misma idea cohesiva sobre México, parece haber volado en pedazos.
Esa es al menos la conclusión que puede obtenerse de la lectura “El mexicano ahorita. Retrato de un liberal salvaje”, tema central de la revista Nexos de febrero. (nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=2047019)

“En proporción abrumadora”, dice el ensayo central de la revista, “los mexicanos creen en sí mismos más que en el país donde viven”. Lo esperan todo o casi todo “de su propio esfuerzo” y “poco o nada de la calidad política, económica o social de la nación que han construido”.

En cuántos pedazos ha explotado el antiguo planeta de la unidad nacional. Al menos en cinco, contestan Manuel Arriaga Woog y Guido Lara, conductores respectivos de la encuesta cuantitativa (Gaussc) y la cualitativa (Lexia) que sustentan esta investigación: “Cinco temperamentos mexicanos, en muchos aspectos incompatibles entre sí: cinco variedades de identidad, sensibilidad y proyecto”.

1. Nostálgicos tradicionalistas: 30% de los mexicanos. Pertenecen a los estratos económicos bajos, correspondiendo 40% a las clases populares. Suelen creer que el pasado fue mejor, que los mexicanos carecen de rumbo, que los sueños son inalcanzables y que se ha arraigado entre nosotros una mentalidad de perdedores.

2. Soñadores sin país: 25% de los mexicanos. Son jóvenes de entre 25 y 34 años que forman parte de las clases medias y proceden, en su mayoría, de zonas más urbanas que rurales.

3. Pesimistas indolentes: 20% de los mexicanos. Se trata del grupo de mayor poder económico, pertenecientes a las clases altas y medias, urbanos y mayoritariamente ubicados en el centro del país. El pesimismo indolente se caracteriza por un alto consumo de información y un notable interés en los asuntos nacionales.(…)


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