viernes, 4 de febrero de 2011

[Joaquín López Dóriga. . En privado] Qué le puede más al Presidente



Para el presidente Felipe Calderón la alianza más difícil de digerir, estamos hablando de la primavera de 2010, era la de Oaxaca por la relación Gabino Cué-López Obrador y por los agravios que le debían, alianza de la que fue impulsor Santiago Creel.

No había superado sus insultos, escarnio, descalificaciones y el desconocimiento a su investidura; tampoco la estrecha relación con López Obrador con el que Gabino recorría todos los rincones de Oaxaca, ni el fragor del conflicto poselectoral que estuvo a punto de impedir su protesta en el Congreso.

A partir de ahí comenzó la operación desde el compromiso de Cué, en caso de llegar al gobierno de Oaxaca, de reconocer a Calderón como presidente constitucional.

De esos compromisos se escribieron varios borradores, hasta que fue aceptado en Los Pinos y de ahí se derivó un alejamiento físico de AMLO en Oaxaca, se dijo que para no perjudicar el proyecto Cué, y el respaldo abierto del PAN y sus operadores.

El resultado del 2 de julio de 2010 en Oaxaca, un PRI derrotado por la alianza PRD-PAN -PT-Convergencia y el Panal, era impensable unos meses antes, como lo era en Puebla y en Sinaloa, donde las alianzas se impusieron al priismo y a sus métodos.

Aquellas victorias confirmaron que la única herramienta para derrotar al PRI era la alianza de todos, izquierda y derecha, PRD-PT-Convergencia-PAN, con un ex priista, y de ahí derivaron el método para las elecciones del Estado de México, en julio, y a las presidenciales del año que viene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario