miércoles, 9 de febrero de 2011

[Jorge Fernández Menéndez. Razones.] BCS, sin partidos y narcoinsurgencia



Es verdad, como dijo Beatriz Paredes, que en Baja California Sur no perdió el PRI porque no tenía el poder, aunque, agregó, tampoco ganó. En realidad, lo mismo sucedió en Guerrero, donde el gobierno también era perredista, con la diferencia de que, en Baja Sur, quizás lo más notable es que la gente le dijo no, para la gubernatura, a los dos grandes grupos familiares que detentan el poder en la entidad, los del gobernador Narciso Agúndez y su antecesor Leonel Cota Montaño, aunque Agúndez pudo conservar con su hermano, la joya de la corona, el municipio de Los Cabos.

Pero, como decíamos antes de la elección del domingo pasado, es una falacia afirmar que cualquiera de los partidos ganó o perdió en estos comicios: los candidatos, todos, han pasado de un partido al otro, las alianzas eran inverosímiles, los únicos acuerdos, en última instancia pasaron, aparentemente, por impedir, de parte tanto del PAN como del PRD, que ganara el PRI. Y de Cota Montaño, de tratar de impedir el triunfo del PRD en Los Cabos aliándose con el PRI. Nada más.

Lo cierto es que, luego de estas dos primeras jornadas electorales, puede ser que haya caído el ánimo en el priismo, y quizás para la gente la imagen de que el PRI no ganó estos comicios (como no lo había hecho en Oaxaca, Sinaloa y Puebla) pueda modificar las percepciones, pero lo cierto es que en el fondo lo que sigue estando presente es una pregunta, tanto para el PAN como al PRD: ¿Qué van a hacer además de oponerse, actuando ambos como partidos de oposición, incluso cuando gobiernan, al PRI?(…)

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