miércoles, 16 de febrero de 2011

[Julio Hernández López. Astillero] Oaxaca, Aristegui y EU



  • Gabino Fue
  • Resurge APPO
  • Regresa Carmen
  • Ánimos invasores


La farsa electoral de Oaxaca tocó tierra ayer. Sin verdadero sustento ni proyecto social, engranaje novedoso de las viejas maquinarias locales de complicidad, Gabino Cué (Fue, lo han rebautizado) permitió ayer que una envenenada visita del promotor nacional de violencia, Felipe Calderón, le colocara del mismo lado tan sabido y tan temido, el de los simuladores y los represores, y reabriera el expediente de reclamos y rezagos sociales que los oportunistas de las alianzas electoreras creyeron haber extinguido cuando llevaron el rechazo al ulisismo y al PRI a las alforjas particulares de los mismos de siempre pero en nuevas tandas.

Oaxaca nuevamente en llamas, otra vez con una represión a profesores en la plaza central de la capital como detonante de movilizaciones y confrontación con el gobernante en turno. La primera vez, 2006, contra el mandatario local (URO) que por sí mismo sostuvo la batalla contra profesores y la creciente APPO y que en el tramo final recibió el apoyo del foxismo en consulta con el calderonismo en vías de hacerse del poder. 

Ahora, con un gobernador que generó esperanza en algunos segmentos necesitados de creer en las posibilidades de un cambio institucional (no en esta columna, donde siempre se le caracterizó como lo que ahora demuestra ser) pero que gradualmente se fue develando como un político rehén de los compromisos, los favores recibidos, las reglas de las camarillas, el camaleonismo, la claudicación ante el pactadamente intocado Ulises Ruiz y la falta de congruencia.

La presencia de Calderón y la torpeza de Cué revivieron escenas de 2006 e hicieron que asomaran algunos de los segmentos mejor organizados que formaron parte de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). La fuerza numérica que vertebró entonces, y ahora, la protesta pública, proviene de los profesores que forman parte del SNTE pero no obedecen a la línea de Elba Esther Gordillo. 


Además de esa lucha gremial, que sube y baja el nivel de su participación conforme van siendo satisfechos sus reclamos específicos, existen en Oaxaca diversas formaciones de corte social, algunas de ellas con una claridad analítica que les permite desestimar lo electoral, y un sustrato popular insatisfecho con los procesos institucionales de atención

No hay comentarios:

Publicar un comentario