miércoles, 2 de marzo de 2011

[Leo Zuckermann. Juegos de poder] Un IFE dinamitado



No se puede entender la democratización de México sin el Instituto Federal Electoral (IFE). La construcción de esta institución costó mucho dinero y esfuerzo. Implicó voluntad de cambio de todos los actores políticos incluidos los que estaban en el poder. Mucha gente se jugó su prestigio en este proyecto. Y fue un rotundo éxito. El IFE se convirtió en orgullo nacional. Contribuyó a que México dejara atrás una larga historia de fraudes electorales. Sin embargo, esta joya institucional está pasando por momentos muy difíciles, lo cual debe preocuparnos a todos los que creemos en la democracia liberal.

El debilitamiento del IFE tiene sus raíces en la reforma electoral de 2007, una reforma hiperreguladora que le cargó la mano a la institución. Hoy en día el IFE debe regular absolutamente todo lo relacionado con las elecciones. No es gratuito que algunos de los artífices de la reforma de 2007 hayan sido ex miembros del Partido Comunista. Políticos que en su momento creyeron en el sistema económico de planeación central. Idearon un IFE al estilo del Narkomfin, el Comisariado Popular de Finanzas, un gigante burocrático encargado de diseñar e implementar todos los asuntos económicos de la Unión Soviética. 

Ya sabemos el desenlace final de la economía centralmente planificada: un rotundo fracaso. Lo mismo, creo, le sucederá al IFE. Con tanta regulación va a fracasar. No va a tener la capacidad de regular todo porque simple y sencillamente es un sueño guajiro que una institución burocrática controle a los humanos como si fueran máquinas.

Una de las nuevas funciones que le encargaron al IFE es la administración de todos los spots de radio y televisión de los partidos. Para ello le dieron facultades de castigar a los concesionarios de radio y televisión que incumplan con las pautas que envía el IFE. 

Y lo han hecho: le han puesto multas multimillonarias a varios medios electrónicos. Evidentemente a éstos no les ha gustado. ¿Y cómo han reaccionado? Pues atacando al IFE en sus espacios: “Tú me multas, pues yo te pego en las pantallas”. No es gratuito, entonces, que se hayan multiplicado las críticas al árbitro electoral en los medios. Incluso se ha recurrido a mentiras como la de decir que existe corrupción en la institución porque ésta cuenta con un fondo para comprar inmuebles que se hicieron con ahorros presupuestales del año pasado. 

Esta campaña que mina la imagen del IFE ha sido promovida por el contralor de la institución que fue nombrado por la Cámara de Diputados. El asunto es que, mientras el IFE siga multando a los medios, los medios le seguirán pegando en sus pantallas y, más temprano que tarde, la imagen del Instituto quedará por los suelos.(…)

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