viernes, 17 de diciembre de 2010

[Leo Zuckermann. Juegos de poder] Dictaduras detestables


Hoy reseño otro de los mejores libros que leí este año. Se trata de Nuestros años verde olivo de Roberto Ampuero, una novela auto-biográfica que retrata los horrores de las dictaduras, sean de derecha o izquierda.

Es la historia de un joven idealista chileno que se inscribe al Partido Comunista durante los años del gobierno de Salvador Allende. Cree en el ideal del “hombre nuevo” y la justicia social. Viene el golpe militar de 1973 y ahí comienza la pesadilla para el personaje principal que no tiene nombre; es tan sólo el “chileno”, “camarada” o “compañero”.

Primero está la persecución y el terror de los días posteriores al derrocamiento de Allende y la imposición del gobierno militar encabezado por Augusto Pinochet. El personaje salva su vida de milagro y se refugia, en un primer momento, en la República Democrática alemana.

Ahí conoce a Margarita, la hija de uno de los comandantes de la revolución cubana. Se enamoran, se casan y se trasladan a La Habana.

El “chileno” vive en carne propia las realidades del régimen castrista. Por un lado, la vida privilegiada de los burócratas y los militares de alto nivel. Por el otro, las carencias cotidianas de la población. Conforme pasa el tiempo y la revolución se burocratiza, la situación se deteriora, sobre todo después de la caída de la Unión Soviética. Vivir en Cuba se convierte en un suplicio. La gente está obsesionada por resolver las penurias del día. El futuro no existe.

Los detalles de la vida del “camarada” chileno nos pintan las atrocidades de la dictadura castrista. La dieta minúscula. Las dificultades de leer la literatura prohibida por el Partido. Lo absurdo del adoctrinamiento ideológico. La triste relación con los personajes derrotados. La hipocresía de la clase gobernante. La devoción cuasi religiosa por Fidel Castro. El patético desenlace de los revolucionarios latinoamericanos que se entrenan para hacer lo mismo que hicieron Fidel y sus barbudos en sus respectivas naciones. (…)

No hay comentarios:

Publicar un comentario