martes, 29 de marzo de 2011

[Joaquín López Dóriga. . En privado] Operación Peña Nieto


El miércoles de la semana pasada los diputados Luis Videgaray y Ernesto Nemer escucharon por separado la voz que les decía que no serían candidatos al gobierno del Estado de México, y ese mismo día, uno y otro, salieron a declinar sin saber a favor de quién.

El jueves, Eruviel Ávila escuchó esas palabras mayores, y en otro sentido las oyó al que daban por seguro por grupo, ascendencia, parentesco sanguíneo y político: Alfredo del Mazo Maza.

Fue una intensa semana de negociaciones de Enrique Peña Nieto, decisión en la que tuvo que poner en la balanza al hombre de sus mayores confianzas, Luis Videgaray; al más identificado por razones familiares y crecimiento político, Alfredo del Mazo Maza; y al probado en cuatro procesos electorales ganadores en el Estado de México, Eruviel Ávila.

Para Peña Nieto, el más eficaz y estructurado era Videgaray; el más cercano y creación suya, Del Mazo; y el más calado electoralmente, Ávila.

Y no dudó ante la necesidad que él mismo se ha planteado de ganar en las elecciones del próximo 3 de julio, y poniendo a un lado afectos y cercanías se fue por la garantía electoral: Eruviel.

El viernes por la noche, Peña cenó con los cinco y allí escucharon la unción de Eruviel Ávila y cómo sería el método: candidato de unidad; cuándo: el sábado por la mañana; cuál la forma: declinación de Del Mazo, dándole el espacio para que lo destapara a la mañana siguiente, licencia en el cabildo de Ecatepec, aceptación y registro el domingo.

Enrique Peña Nieto dejó ver que había aprendido la lección de Puebla, Oaxaca, Sinaloa y Durango, donde los gobernadores salientes impusieron a su candidato, no al mejor pero sí al suyo, lo que los condujo a la derrota.

Y lo menos que quiere Peña Nieto, de cara a la elección presidencial de 2012, es perder el Estado de México, donde juega todas sus canicas.

Y por eso el candidato, Eruviel, y la operación personal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario