miércoles, 1 de junio de 2011

¿Nuevo PRI?, Mismas mañas



La Jornada Aguascalientes
Género: Opinión
Publicación: 1 de junio  de 2011 – 04:21
Autor: Vicente Pérez Almanza

Engañar a la ciudadanía con discursos de un nuevo rostro en la función política y pública ha sido la argucia instrumentada por quienes mantienen en la profundidad de su ADN la intolerancia, la persecución y el sistemático amedrentamiento en contra de quienes, si quiera, se atreven a pensar diferente a lo que su capacidad política y gubernamental, que no va más allá de sus narices, les permite comprender.
Lo que en estos días acontece en la persona de Martín Orozco Sandoval es una clara muestra, en una figura de interés público, de las prácticas viejas y llenas de mañas que el PRI conserva de manera celosa en sus cimientos doctrinales. Gracias a los actores políticos-públicos que han participado de este caso, nos hemos enterado de un sinfín de anomalías y arbitrariedades que se han cometido, y vaya que como el tema del ex candidato al gobierno del estado, deben existir decenas de situaciones semejantes que se practican en contra de personas "sin nombre" o peso político y social, que ponen en evidencia el irregular trabajo de las autoridades y corporaciones que claramente están al servicio de caprichos individuales.
En el caso Martín Orozco y a decir de él mismo durante una llamada telefónica con la periodista Carmen Aristegui realizada dentro del CERESO (http://www.4shared.com/audio/_OR6q5el/30-05-11_-_Martn_Orozco_Sandov.html), se actuó de manera irregular al no presentarle una orden de aprehensión, misma que horas después apareció de manera extraña en todos los medios de comunicación para justificar el actuar de las autoridades competentes. Después surgieron algunos actores, como el Procurador de Justicia del Estado, argumentando y defendiendo acciones que ni siquiera ellos mismos conocían, cayendo en una serie de lo al parecer son desatinos e incongruencias.
Pero vayamos más al fondo que a la forma, pero realmente al "trasfondo". La forma es la detención, que varias pruebas indican se hizo de manera irregular. El fondo es el proceso penal que se le imputa al también ex Presidente Municipal de Aguascalientes; sin embargo el verdadero origen de todo este asunto es el evidente escozor que Martín Orozco Sandoval le genera al ahora gobernador del Estado, ex senador y ex candidato a presidente municipal, quien al parecer no puede dejar de lado las diferencias políticas y personales que tiene con el personaje blanquiazul, a quien y desde cualquier momento y posición en la que se encuentre se ha encargado de zancadillear sin tregua.
Se habla de hacer cumplir la ley, si Martín Orozco hizo función indebida de su cargo debe ser castigado, sin embargo basta recordar las más de 10 acusaciones que de un principio se le fincaron de las cuales ahora sólo quedan 2, insisto, si resulta culpable, que se aplique la ley sobre él y sobre quien sea; ya que si hablamos de irregularidades al amparo del poder recordemos el caso de Gabriel Arellano, fallido presidente municipal que durante su mandato se encargó de hacer todo menos devolverle la seguridad a los ciudadanos aguascalentenses, la misma contraloría municipal determinó anomalías por más de 180 millones de pesos por conceptos de software inservibles, cámaras de pésima calidad y el famoso caso millonario del helicóptero municipal.
Los gobiernos priístas que tanto anuncian su retorno a los Pinos, han basado su estrategia en las dádivas y compromisos ("tapaos los unos a los otros") en algunos casos y en otros con el uso del miedo y la persecución, sin embargo se olvidan que por lo pronto y para desgracia de los habitantes de Aguascalientes por ejemplo, el PRI sólo está en el Gobierno del Estado y las alcaldías, pero que el PAN es quien gobierna la Federación.
Tomando en cuenta que el 70% del presupuesto aguascalentense es por parte del Gobierno Federal y que ya de por sí las relaciones entre nuestro estado y la presidencia de la república no son las mejores, simplemente podremos esperar cuando menos un año más de recursos que no llegan en tiempo y forma, un retraso en la aplicación de dinero a las políticas públicas y en sí un gran periodo de desperdicio político-social, que por cierto la sociedad aguascalentense no merece vivir. Todo por culpa de la incapacidad de raciocinio que tienen tanto el gobernador del estado cegado por sus fobias personales y un presidente de la república corto de ideas y grande en revanchas.
Del caso Martín Orozco se extraen varias lecturas políticas, sociales y hasta económicas.
Primero. En Aguascalientes y en vista de lo que ocurre ahora, no hay lugar para pensar diferente al PRI, puesto que con su brazo que ahora se extiende a las instituciones gubernamentales es capaz de mandar a silenciar de una forma o de otra a quienes no comulgan con la política añeja del encumbramiento de uno sobre todos.
Segundo. El enrarecimiento del clima político y social en nuestro estado es inmediato. ¿Por qué ocurre esto en un año previo a las elecciones federales, cuando habían surgido en el ideario político destapes para figurar como candidatos en el próximo año? ¿Por qué un personaje tan reconocido como lo es Martín Orozco es sujeto de un golpeteo político tan constante y tan marcado? Pareciera que no es un partido político contra otro, sino todos contra uno.
Tercero. Cada año Aguascalientes espera recibir por conceptos de participaciones federales alrededor de 9 mil millones de pesos, si bien los recursos de este año ya están autorizados, el dinero no se entrega en una sola exhibición sino que se llega luego de un constante estira y afloje entre autoridades locales y federales. Al ser un gobierno priísta y uno panista y tras "la ruptura de relaciones entre el PAN y el Gobierno de Aguascalientes" veremos cuáles son las consecuencias económicas para el estado.
Lo que sí está claro, es que todo esto no se trata de Martin Orozco, del PAN o del PRI, mucho menos de sus pleitos cuales perros y gatos, sino de los aguascalentenses estamos metidos en medio de las patas de los caballos o de las bestias, mejor dicho en este caso. Los que vamos a salir pisoteados y severamente dañados somos los ciudadanos quienes ni la debemos ni la tememos, puesto que gobernar en base a corajes y caprichos lo único que provoca es que los de a pie terminemos en la total y completa indefensión. Ni para cual árbol arrimarse, si PRI gobierno y PAN gobierno son exactamente lo mismo, un peligro para la nación.

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