Ojalá que, como se dijo en el comunicado de la Presidencia, haya habido acercamientos reales que permitan sacar adelante la agenda de seguridad porque, sin ella, el gobierno federal resultará, sin duda, damnificado, y la enorme mayoría de los gobernadores también, quizás en forma más directa. Y la mayoría, que son priistas, están comenzando o a punto de iniciar sus mandatos. No pueden nadar de muertito cinco o seis años.
Pero el tema donde el PRI ha puesto su atención, y que según el comunicado oficial no se abordó en esa reunión en Los Pinos, algo muy posible porque no hubo allí nadie del gabinete económico y no parece ser éste un buen momento para recordar los pactos presupuestales del año pasado, es en el paquete económico y, sobre todo, en el tema fiscal. Dicen que el gobierno está convenciendo a los priistas para que no avance la reducción del IVA de 16 a 15 por ciento.
Me parece utópico: en la Cámara de Diputados el muy influyente Luis Videgaray ha insistido en que se va a mantener esa reducción y los priistas impulsarán y sacarán adelante la medida, como respuesta por la ruptura de aquellos pactos y las alianzas electorales antipriistas de este año. Pero además porque parece ser ya bastante obvio que la batalla que viene será la de Peña Nieto vs. Cordero, a la espera de la decisión sobre si a ella se incorporará Ebrard o López Obrador (o ambos, por separado), y los priistas tratarán de regalarle lo menos posible al secretario de Hacienda.
Lo cierto es que con esa decisión habría, paradójicamente, dos entidades afectadas en sus participaciones federales: una es el Estado de México y la otra el Distrito Federal. Habrá, entonces que redistribuir esos recursos, el problema es que ello se realiza de acuerdo a una regla legal que sería difícil modificar en esta ocasión. En otras palabras, de una u otra forma, bajando o no el IVA, de alguna manera el PRI y el PAN se tendrán que poner de acuerdo.
Los otros temas que le interesan al priismo deberán ser observados con otra visión: eliminar el impuesto a las telecomunicaciones parece un paso lógico luego del profundo desaseo que ha habido en el sector, entre las adjudicaciones y la designación de Mony de Swaan en la Cofetel. Los sectores que se han sentido afectados, la mayoría del sector, se lo agradecerán al priismo. Por el contrario, el tema del ISR y el IETU, que el PRI también quiere revisar, puede dar paso a una serie de medidas demagógicas y dañinas para la economía. (…)
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