miércoles, 8 de septiembre de 2010

Leo Zuckermann. Juegos de poder. Espino y los candidatos de Calderón



Con la novedad de que Manuel Espino, ex dirigente nacional del PAN, quien está a punto de ser expulsado de ese partido, enemigo acérrimo del grupo calderonista, está mejor posicionado que cualquiera de los posibles candidatos presidenciales del gabinete de Felipe Calderón. Esto lo revela la última encuesta nacional en viviendas de Consulta-Mitofsky levantada el mes pasado.

Para empezar, Espino es más conocido que cualquiera de los cuatro secretarios de Calderón que podrían contender por la Presidencia en 2012. Al ex dirigente del PAN lo conoce 23% de la población. Del lado calderonista, 21% reconoce a Javier Lozano, secretario del Trabajo, 17% a Alonso Lujambio, titular de la SEP, 16% a Heriberto Félix, secretario de Desarrollo Social, y 15% a Ernesto Cordero, titular de la Secretaría de Hacienda. Luego, cuando se pregunta a los simpatizantes del PAN quién le gustaría que fuera el candidato presidencial de su partido en 2012, 4% menciona a Espino, porcentaje similar al que obtienen Cordero, Lujambio y Lozano (a Heriberto Félix sólo lo prefiere 1%).

Los posibles candidatos calderonistas están muy rezagados en la contienda presidencial. Que estén por debajo de Peña Nieto, López Obrador, Ebrard, Creel y Vázquez Mota, tanto en reconocimiento de nombre como en preferencias entre los simpatizantes de su partido, no es ninguna sorpresa. Así llevan mucho tiempo. Lo realmente sorprendente es que estén incluso por debajo de la "bestia negra" del calderonismo que es Manuel Espino.

Cuando se menciona el rezago de los posibles candidatos calderonistas, muchos, incluido el Presidente, contestan que así estaba el mismo Calderón dos años antes de la elección presidencial de 2006 y, con todo y esto, ganó. Pero los datos de Consulta-Mitofsky demuestran que en agosto de 2004 Calderón ya estaba mejor posicionado de lo que hoy están Cordero, Lujambio, Lozano y Félix: 37% de la población lo conocía y 12% de los simpatizantes del PAN ya lo querían como su candidato presidencial. Poco a poco, Calderón iba despuntando. Además, en aquellas épocas, era más fácil posicionarse con la libertad que daba la legislación electoral. Hoy en día, después de la reforma de 2007, se complica mucho el que un candidato desconocido despunte rápido.(…)

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