martes, 19 de octubre de 2010

Carlos Marín. El asalto a la razón, Las víctimas del godoyazo



Este lunes, a más tardar a la una de la tarde, la familia de Julio César Godoy Toscano sabrá si vale la pena pasar tanta vergüenza por su pariente como la que, según él, puso a su señora madre en un repentino “delicado estado de salud”.

A esa hora vence el plazo que le dieron los integrantes de la Sección Instructora
de la Cámara de Diputados para que enfrente la solicitud del juicio de procedencia que promovió en su contra la PGR.

El jueves reciente debió comparecer, pero la difusión radiofónica esa mañana de una probable conversación delincuencial con el señor a quien apodan La Tuta lo llevó a “exculparse”, pretextando que su mamá (doña Edelmira Toscano) se había indispuesto de manera súbita luego de que Carlos Puig hiciera la revelación en la XEW.

Aunque después de asumir el cargo que le da fuero aseguró que él mismo, como abogado, asumiría la defensa de su caso, el presidente de la Sección, César Augusto Santiago, informó que Godoy envió “por conducto de su abogado, un comunicado donde dice que su señora madre está delicada de salud, en el estado de Michoacán, por lo que él tuvo que retirarse”.

Como el de su falaz autodefensa, Godoy también mintió, el día en que protestó su cargo, al decir que había ingresado a San Lázaro “por la entrada principal”, ya que lo cierto (video dado a conocer por Joaquín López-Dóriga) es que lo hizo agazapado en la camioneta del diputado chuchista Guadalupe Acosta, y que permaneció escondido un par de días en la oficina del diputado pejistay coordinador de la bancada perredista, Alejandro Encinas.(…)

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