martes, 19 de octubre de 2010

Jorge Fernández Menéndez. Razones, El desafío del crimen



Tiene razón la secretaria de Estado de la Unión Americana, Hillary Clinton, cuando dice que el crimen organizado está evolucionando en México hacia formas de narcoterrorismo. En distintas zonas del país, pero sobre todo en Nuevo León, Tamaulipas y Ciudad Juárez, estos grupos están recurriendo a acciones de terror contra las autoridades y la población civil, desde asesinatos de candidatos y funcionarios hasta ataques con granadas o agresiones a la gente en fiestas, plazas públicas, calles, acciones que buscan, en forma explícita, desestabilizar y desafiar al gobierno y a la sociedad. 

Esa percepción de la secretaria Clinton la comparte el resto del gobierno estadunidense y también las naciones que han vivido situaciones similares, como Colombia. No la dice públicamente el gobierno federal, pero incluso lo ha aceptado el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. Y tratar de negarlo sólo sirve para una cosa: dificultar aún más el combate a estos fenómenos.

El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, sufrió esta semana, mientras ofrecía su I Informe de Gobierno, más de diez bloqueos en toda el área metropolitana de Monterrey. Hay quienes dicen que los bloqueos no estuvieron directamente relacionados con el informe del gobernador sino con el enfrentamiento en la carretera Monterrey-Santillo, donde habrían muertos líderes de Los Zetas en un enfrentamiento con elementos de la Marina, pero lo importante no es eso sino el desafío de estos grupos que días antes habían asesinado a una joven en un tiroteo en pleno centro de la ciudad y arrojado una granada contra la gente en una plaza pública en Guadalupe. (…)

Dice el gobernador Medina que todo eso se debe a una suerte de complot en contra del PRI, porque a las entidades que están siendo azotadas por estos ataques las gobiernan priistas. Se equivoca: nada indica que esas acciones desestabilizadoras tengan algún tipo de relación con los colores partidarios de los mandatarios, sino con las condiciones objetivas del enfrentamiento entre los grupos del narcotráfico, (…)

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