martes, 19 de octubre de 2010

Leo Zuckermann. Juegos de poder. ¿Encarcelar a los narcopolíticos?



En la guerra contra el crimen organizado, el Estado tiene dos pendientes. Uno está relacionado con el lavado de dinero. Si bien el gobierno ha requisado cuantiosas sumas de efectivo durante este sexenio, todavía estamos esperando que caiga una red sofisticada de delincuentes, empresarios, banqueros y autoridades involucrados con el blanqueo de recursos de procedencia criminal. 

El segundo pendiente es el descubrimiento, procesamiento y encarcelamiento de políticos que ofrecen protección a la delincuencia organizada. No ha caído ni un solo “pez gordo” de la política. Ni siquiera un “charalito” como Julio César Godoy Toscano, un político de poca monta del estado de Michoacán.

Su historia es paradigmática de la falla del Estado mexicano para combatir la infiltración de la criminalidad en la política. (…)

Desde su escondite, Godoy ganó la elección de diputado federal. Gestionó, entonces, un amparo para poder tomar posesión de su cargo y tener, así, fuero constitucional. Un juez le dio la razón y obligó a la Cámara de Diputados que así procediera. Pero el fugitivo de la justicia primero tenía que llegar al Palacio de San Lázaro. Lo hizo escondido en una camioneta de un diputado de su bancada. 

Durmió, esa noche, en la oficina del coordinador del PRD en la Cámara baja. Al día siguiente, protestó y adquirió la inmunidad que le otorga el fuero. Diversos medios lo entrevistaron. Godoy negó tajantemente que tuviera vínculos con el crimen organizado. Afirmó desconocer a Servando Gómez Martínez, alias La Tuta, uno de los capos michoacanos. En todo este proceso, su partido, el PRD, lo apoyó.

Mientras tanto, el gobierno de Calderón quedó en ridículo y pidió, entonces, desaforar a Godoy para llevarlo a la justicia por presuntos vínculos con el cártel de La Familia Michoacana. (…)

La grabación resultó ser una bomba mediática. El PRD no supo cómo reaccionar ante el descubrimiento de que Godoy es un mentiroso y presunto delincuente. Algunos insistieron en la inocencia del michoacano; otros pidieron que el caso se ventilara en los tribunales y no en los medios; algunos, los más sensatos, recomendaron que el diputado renunciara para enfrentar a la justicia. Mientras tanto, Godoy no se presentó a declarar a la Sección Instructora. Adujo que tuvo que regresar a su tierra “por razones familiares”. A ver si esta semana aparece. (…)

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