La Jornada Aguascalientes
Género: Opinión
Publicación: 12 de agosto de 2011
Autor: Oswaldo Rodríguez García
Web: http://www.lja.mx/
Al leer el título de mi artículo podrían imaginarse que hablamos de una cuestión local, pero el parecido con algo en Aguascalientes es mera coincidencia. Pero el dicho “A mí me eligieron Gobernador y ahora se chingan” es la frase célebre de uno de los aspirantes a la presidencia de la República del Partido Acción Nacional, Emilio González, gobernador de Jalisco. Y es que a un par de meses de que inicie el proceso electoral rumbo al 2012, una de las caballadas más peculiares y flacas que ha salido al ring político es sin duda la del partido blanquiazul, la que bien vale la pena desmenuzar por ser el partido en el poder y segunda fuerza del país.
Lo preocupante dentro de este dream team es que algunos de los suspirantes son secretarios de Estado y andan distraídos en cuestiones electorales, mientras al país no llegan las reformas urgentes y acciones concretas para rescatarlo económica y socialmente. Y para muestra un botón, Ernesto Cordero, de Hacienda. Este personaje político que nos recordará físicamente a Rowan Atkinson, actor que da vida a Mr. Bean, es uno de los más entusiastas en la carrera para alcanzar dentro de su partido la candidatura a la Presidencia de México. Aunque todo lo tenga en contra.
La ciudadanía difícilmente podrá ver bien a un funcionario recaudador y persecutor de contribuyentes, alguien que no ha podido definir una política fiscal clara y que no ha tenido la habilidad, ni el tiempo de impulsar desde la Secretaría de Hacienda una urgente y justa reforma hacendaria, pues este tema es sin duda, uno de los dolores de cabeza de los mexicanos. Y con justa razón, pues pese a que pagamos Impuesto Sobre la Renta (ISR); Impuesto al Valor Agregado (IVA); Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS); Impuesto sobre Depósitos en Efectivo (IDE); y el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), por mencionar los aranceles básicos y federales, dichos recursos nunca impactan en el bienestar de la sociedad, vamos, no repercuten en que los mexicanos tengamos mejor calidad de vida. Lo que hay que reconocerle a Cordero es que pese a tener tan mala imagen ante el electorado, él aspira.
Y los animados no terminan. Esta también el caso de Alonso Lujambio, secretario de Educación, a quien lo persigue la sombra de ser facilitador y títere de Elba Esther Gordillo, la cacique más odiada de México. Y qué decir de su desempeño al frente de la SEP, cuando es palpable la falta de calidad educativa, la falta de espacios, la nula construcción de infraestructura y el atraso de los alumnos en cuestiones académicas. ¿En serio cree Lujambio que alguien votaría por él cuando sus viáticos para viajar haciendo campaña ascienden a mil 250 millones de pesos? Es insultante el desvío de recursos dentro de la SEP y sin embargo se mueven.
Y aún nos queda dentro de este ramillete de empleados de Calderón con legítimas aspiraciones a Javier Lozano, de la Secretaría del Trabajo, y Heriberto Félix, de Desarrollo Social, en los cuales no nos distraeremos tanto porque el primero de éstos ya declinó a favor de Cordero y el segundo sólo lo conocen en la delegación Benito Juárez.
En los que habría que poner un poco más de atención es en la diputada Josefina Vázquez Mota, el senador con licencia Santiago Creel.
Josefina brincó de ser la office boy de Calderón a ser una flamante y bien pagada Diputada Federal. Aunque su imagen se distingue por el bajo perfil y falta de ímpetu en sus posicionamientos. Pese ha haber sido la Secretaría de Educación Federal, no ha lanzado iniciativas o reformas en materia educativa, incluso se notó el distanciamiento con Calderón e intentó hacer de manera paralela su agenda legislativa-electoral, claro, sin muchos resultados.
Y para cerrar con broche de oro un ex contendiente de Calderón, Santiago Creel Miranda. Este podría ser el que tenga más posibilidades de ser el candidato panista, aunque aún tiene que ganarse la simpatía de los calderoncitos, dueños del Comité Ejecutivo Nacional de su partido, Sin embargo, los apoyadores activos de Creel publicaron los resultados de cuatro encuestas hechas en domicilios, en marzo, mayo y junio de este año. En todas ellas el exsecretario de Gobernación obtiene un alto grado de preferencias por encima del resto de aspirantes. En sólo una, la realizada el mes pasado por Consulta Mitofsky, Josefina Vázquez Mota se halla cerca de Creel (con 37.4 y 29.1 de las preferencias). Pero en el resto de los sondeos citados (levantados por Buedía&Laredo, Parametría y GEA-ISA), la diferencia es abrumadora a favor de Creel sobre los demás azules.
No la tiene tampoco nada fácil, porque de obtener la candidatura presidencial, Creel vencería el sino adverso que ha pesado sobre él en elecciones directas. Recordándole que no logró la Jefatura de Gobierno del DF en 2000 y tampoco la postulación presidencial en 2005. Y su triunfo interno podría convertirse en una severa derrota, pues como se barrunta por la marcha de la política en general y los aprestos del PRI y del PRD, Acción Nacional quedaría arrinconado en el tercer lugar, con severas repercusiones en la integración del Congreso, dándole espacio a movimientos progresistas que han ocupado el puesto de ser una nueva opción de cambio.
Esta son las opciones que nos presentarán los representantes de la derecha en México, una serie de cartuchos quemados, que pese a haber estado ya en los puestos más altos del servicio público, poco o nada han hecho para transformar positivamente al país. Viendo la caballada azul no encontramos nada nuevo, ningún cuadro que rescate logros políticos, más bien todos con un historial de pasividad, complicidad con priístas y sumisión con quienes les han dado el hueso en su momento, motivo suficiente para ellos para seguir suspirando por la silla presidencial.
Este rosario de aspirantes no exhibe sino la pobreza de cuadros que tiene el desgastado sistema político mexicano. Lo que nos demuestra una vez más que México necesita opciones, cambios verdaderos, transformaciones de fondo y sobre todo, lo que México necesita es participación ciudadana. En nuestras manos está poner o no a uno de estos simpáticos aspirantes como capitán de nuestros destinos.
Afortunadamente atravesamos a tiempo por una revolución intelectual, en donde los movimientos ciudadanos están cobrando fuerza y cada vez más afianzan su credibilidad con la sociedad no organizada. Ya resulta inaplazable que los ciudadanos tomen las riendas del país, este México en el que vivimos ya no soportará más una época prianista.
A la mano tenemos y cada vez más cerca los mecanismos para hacer historia. Es nuestra única oportunidad de rescatar el país que queremos para las siguientes generaciones, pero sólo organizados, unidos los ciudadanos podemos ser forjadores de nuestro futuro. Tu Credencial para votar, la mejor arma, la participación dentro del sistema, tu última oportunidad.
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