Marcelo Ebrard es por el momento la mejor opción que tiene la centro-izquierda mexicana para las elecciones presidenciales del 2012. No deja de ser paradójico, sin embargo, que el lanzamiento del movimiento Demócratas de Izquierda, que busca llevarlo a la candidatura presidencial, haya sido opacado por la publicación en la revista Quién de su noviazgo con la ex embajadora hondureña Rosalinda Bueso.
"Tenemos una bonita relación" le dijo ayer Ebrard a Jacobo Zabludovsky de Radio Red cuando le preguntó sobre el tema.
La entrevista con Zabludovsky resultó significativa en un momento en que todos los precandidatos están lanzando sus candidaturas. Ebrard descartó que la Venezuela de Hugo Chávez pueda ser un ejemplo para la izquierda mexicana: "Tan solo la economía de la Ciudad de México es mayor que la de toda Venezuela" dijo, al parecer sin darse cuenta de que no hay un hilo lógico en esta argumentación. Las políticas económicas de Chávez no están dictadas por el tamaño de la economía venezolana, sino por la ideología de un cacique que quiere controlar todo aspecto de la economía de su país.
Ebrard alabó en la entrevista a Luiz Inácio Lula da Silva, el ex presidente que gobernó Brasil hasta el 1o. de enero de este 2011, en un periodo de rápido crecimiento y fuerte reducción de la pobreza. Disminuir la pobreza debe ser, según Ebrard, el objetivo fundamental de la izquierda, lo cual es un alivio después de décadas en que la izquierda nacional parece haber estado más preocupada por sostener los dogmas del marxismo que por combatir la pobreza.
El propio Ebrard no parece tener una idea clara de las políticas que aplicó Lula para lograr sus resultados. En la entrevista con Zabludovsky, por ejemplo, el jefe de Gobierno capitalino rechazó el programa Oportunidades porque tiene sus raíces en el Progresa de Ernesto Zedillo. Pero la verdad es que los esquemas Fome Zero (Hambre cero) y Bolsa Família de Lula fueron inspirados por Oportunidades.(…)
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