La Jornada Aguascalientes
Género: Nota Informativa
Publicación: 27 de abril de 2011
Autor: Vicente Pérez Almanza
Web: http://www.lja.mx/
La nuestra es una sociedad en decadencia que por culpa de las malas prácticas de sus gobiernos e instituciones ha perdido el rumbo y la esperanza en muchos de los aspectos de la cotidianeidad social, francamente es de llamar la atención que, por ejemplo, la edad a la que los criminales se inician es entre los 14 y los 16 años.
Intimidar, amedrentar, son las palabras en español que aparecen cuando usted escribe “bullying” en cualquier traductor; dicha palabra que desde hace un par de años se ha incorporado a nuestro lenguaje y en recientes meses ha cobrado una fuerza importante por el efecto de la repetición constante. Pero, sabe usted estimado lector ¿Qué es el bullying?
Lo ha visto en las noticias a través de videos que los mismos niños y jóvenes graban desde sus teléfonos celulares u otros dispositivos portátiles, este fenómeno se refiere al maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares, se hace de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Tiene varios orígenes y múltiples consecuencias, pero se trata de actos delictivos a final de cuentas. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) recientemente informó que 4 de cada 10 alumnos de la población escolar de primaria y secundaria, tanto en instituciones públicas como privadas del país, es víctima de “bullying”, esto en voz de su Presidente Raúl Plascencia Villanueva. Es decir, de los casi 19 millones de niños y niñas que integran la educación básica en el país, el 40%, más o menos, 7.6 millones de escolapios sufren de agresiones y prácticas que laceran sus garantías individuales, sus derechos como niños.
Esta falta de respeto, como lo es el “bullying”, tiene diversos orígenes; me atrevo a decir que uno de los principales está en la familia, en los padres y madres, desatienden a sus hijos lo cual genera en los pequeños algún tipo de frustración que terminan por descargar en sus escuelas molestando a los demás. El “bullying” se ejecuta en contra del pequeño, del más débil, de la niña de lentes, de aquel “chiquillo” de complexión delgada o en contra del gordito, la niña o el niño más vulnerable son víctimas de las burlas, las agresiones y los golpes de los compañeros que “dominan” el grupo, quienes al no tener una autoridad capaz de ponerles un “hasta aquí” seguirán ejerciendo sus reinado infantil del terror.
Pasa en todas las escuelas y hasta cierto punto se observa como una especie de “selección natural”. “Déjalos, son niños” es la salida más común que se da entre adultos, sin embargo, esto afortunadamente ya no sólo será cosa de niños. En fechas anteriores, desde el Senado de la República se ha llevado a consideración el hecho de tipificar la práctica de la intimidación escolar como delito, es decir el “bullying” es algo que se deberá castigar, puesto que son niños cometiendo algún tipo de crimen.
Penas equiparables a las que actualmente rigen en la ley para la violencia intrafamiliar serán aplicadas en contra de escolares que, cada vez en mayor medida, abusan física y psicológicamente de sus compañeros, pero ojo, de igual manera se aplicarán castigos a maestros y personal escolar que teniendo conocimiento de estos casos, no realice la denuncia ante la autoridad correspondiente.
¿Por qué buscar castigar a todo y a todos? porque en México estamos acostumbrados a hacernos de la vista gorda, vemos que ocurre todo tipo de tropelías e injusticias y simplemente no hacemos nada, con ello permitimos que los índices de corrupción, abuso de poder y claro, que los índices de delincuencia sigan en franco ascenso; porque no hacemos nada para siquiera intentar frenarlos. Los niños que abusan de sus compañeros deben ser castigados, los maestros y adultos que sepan de estas prácticas y no hagan nada por combatirlas, también deben ser sancionados puesto que si no son parte de la solución, se convierten en actantes del problema.
La educación básica se ha transformado para desgracia de muchos en una instancia que permite formar a los delincuentes del mañana. Antes creíamos que los criminales nacían en las calles, bajo la mala vida y la carencia de educación. Hoy nos damos cuenta, luego de recoger testimonios, que con prácticas como el “bullying”, los criminales en potencia también van a la escuela y ataviados con un uniforme cometen fechorías que en cualquier otro lugar y momento serían simplemente considerados delitos.
A unos cuantos días de celebrar el Día del Niño, es válido ponerse a pensar de nueva cuenta en lo que estamos haciendo como sociedad para dejarle a nuestra niñez un entorno que se desmorona de a poco. Bien dicen, más que pensar en los problemas, debemos encontrar las soluciones y una de ellas es hacerle frente desde las escuelas a la violencia, generar el cambio, más que palabras, son acciones concretas, comprometámonos cada día en ser mejores personas; ¿Cómo exigimos que las autoridades brinden mayores índices de seguridad y de lucha contra el crimen, si nosotros mismos con nuestros hijos no estamos pendientes de lo que está pasando en sus escuelas? Si nosotros como adultos seguimos solapando a los niños y jóvenes con la esperanza de que cuando crezcan enderezarán su camino.
Los niños y niñas son el reflejo de lo que viven en la casa, ustedes elijan, una sociedad mejor inicia desde nuestros hogares y se forja con respeto y valores en las escuelas, al final de cuentas se supone que es donde pasan la mayor parte del tiempo. El respeto sobre todo es lo que devolverá la esperanza a una sociedad urgida de recobrar el rumbo.
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