Milenio
Género: Nota Informativa
Publicación: 9 de enero de 2012
Autor: Carlos Sáyago
En entrevista el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano explica en qué consiste su iniciativa que realizó como diputado federal, para que se atienda a la víctima de los delitos desde la Cámara alta.
Una de las razones que tiene
de Movimiento Ciudadano (PMC) para aspirar a un lugar en el Senado de la República es impulsar iniciativas que él mismo propuso en la Cámara de Diputados federales como la reforma al sistema penitenciario y la reorientación del sistema de justicia para que se atienda a la víctima de los delitos y no sólo en el infractor cuyos derechos deben preservarse, pero no antes de quien ha sido agraviado por ellos, además de buscar la forma de que tantos internos como hay en el país, no sean una carga para éste y sobre todo, para el contribuyente.
Quien fuera alcalde de Comalcalco y líder del Congreso del estado entre otros cargos importantes, consideró que es tiempo de que esas reformas que propuso como diputado federal y que ahora le tocará al Senado de la República pensar en las víctimas del delito, a quien le roban una cantidad de dinero o un objeto valioso, el Ministerio Público en lugar de ayudar a quien lo sufrió, le crea un verdadero calvario porque le pide que demuestre su dicho con testigos, con facturas, con una serie de cosas que resultarían absurdas porque nadie en su sano juicio, acude a denunciar a otro sólo por hacerlo quedar mal y menos, sabiendo lo difícil que es lograr que su demanda prospere.
Ante esta situación, Jiménez León agrega que en su propuesta se tiene como antecedente que de los delitos que se cometen en el país, el 80 por ciento sonde carácter patrimonial menores a 8 mil pesos y que a cualquiera que le roben 5 mil pesos (por ejemplo), tiene que ir a la agencia del MP a esperar que el titular en turno se desocupe y le tome la declaración, hay que llevar los testigos, identificarse y luego lo citan hasta una semana después para integrar la averiguación y mientras, el delincuente tiene tiempo de darse a la fuga, después hay que ratificar y demostrar la propiedad del objeto o la tenencia del dinero.
Luego entonces la víctima no deja de serlo, primero sufre el ataque del delincuente y luego el acoso de la autoridad pero difícilmente recupera lo que le hurtaron y si su atacante va a la cárcel, de nada le sirve sino que se queda con el temor de que pueda salir y cobrar venganza por haberlo acusado y si tiene suerte, a la semana estará recibiendo respuesta, luego para citar al presunto, hay que darle para la gasolina a los agentes ministeriales y si el delito no se considera grave, saldrá bajo fianza mientras el agraviado no recupera lo perdido e invierte mucho tiempo en el proceso y en todo momento se protege al infractor.
Altos costos
No obstante, el aspirante al Senado de la República resalta que las mismas víctimas de la delincuencia, tienen que pagar vía impuestos, la manutención de miles de sentenciados a los que el Estado les da un techo y alimentación para que desde el interior de la cárcel sigan delinquiendo a costa de toda la gente que paga susimpuestos porque si hay consignación de un expediente, la víctima tiene que sufrir nuevamente el calvario de ratificar, demostrar que lo que le robaron era de su propiedad, convencer a los testigos de que lo acompañen y ayuden con lo que el ciudadano se cansa y mejor abandona el caso con la pérdida de su patrimonio, es el paraíso del delincuente porque vivimos en el régimen de la impunidad.
Las propuestas
Para Pedro Jiménez León, una verdadera reforma está en implantar un sistema en el que existan jueces de conciliación y avenencia donde se pueda denunciar el daño patrimonial causado y que de inmediato el juez ordene la presentación del infractor y que de inmediato se devuelva a la víctima lo robado si se encuentra y si no, se debe ver la forma de resarcir a quien fue atacado.
Para ello, el aspirante del PMC propone la creación de un fideicomiso con todo el dinero que se decomise a la delincuencia organizada y que es mucho, son millones de dólares a veces, para que de ahí se pague a la víctima, de inmediato, el daño causado para que el proceso siga y si se demuestra que no hubo tal, entonces se exigirá la devolución de este pago.
Sin embargo y para que el fideicomiso siga funcionando, implantar un sistema carcelario en el que quien cometió el delito y que será seguramente sentenciado a meses o años de cárcel, sea canalizado a centros de trabajo que produzcan cosas que el gobierno compra para su funcionamiento, para asegurar la comercialización de lo que se produzca en dichos centros, al que trabaja se le asigna un sueldo y de ahí se le va a ir descontando tanto el dinero que se pagó para resarcir a su víctima del daño patrimonial, como los gastos que genere su estancia en los centros de reclusión y si termina de pagar y aun sigue preso, el Estado le requisará lo que gane en un fondo que se le entregará al obtener su libertad para su reinserción a la sociedad y que no salga nuevamente a delinquir.
De esta forma, los reclusorios serán auto sustentables y sólo una mínima parte se destinará a éstos para su funcionamiento pues los reos tienen que pagar su estancia y manutención que no le debe costar a la sociedad a la que agraviaron y “es una iniciativa que fue consultada con el Centro de Estudios de Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados federales donde se señaló que es posible echarla a andar y ni siquiera se requiere incrementar los recursos, sólo hay que reorientarlo pero darle el sentido a la legislación para hacerla más ágil y que en cuestión de 72 horas las víctimas recuperen lo robado y si el delincuente se va a la cárcel, que los agraviados no tengan que mantenerlo”, concluyó.
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