viernes, 28 de enero de 2011

[Bajo Reserva] Madero tira la toalla


AL PRESIDENTE del PAN, Gustavo Madero, le llegó la presión político-electoral al cuello. Apenas comience el periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, pedirá licencia al pleno del Senado, con el argumento de que estará 100% dedicado a la materia electoral. De hecho deberá rendir buenas cuentas de las próximas elecciones en Guerrero, programadas para este domingo, y las de Baja California Sur, del 6 de febrero. Don Gustavo dejará su escaño el 8 de febrero a su suplente, José Antonio Badia San Martín, quien ayer se apersonó en una reunión con sus compañeros legisladores.

ESA RECETA es blanquiazul, soltó el presidente electo del PRI, Humberto Moreira. En este espacio le anticipamos que en la contienda electoral de Guerrero el lodo estaba por escalar hacia una montaña de suciedad, en la que saldrían declaraciones de capos de la droga señalando supuestos nexos de miembros de la clase política guerrerense con el crimen, como ocurrió con el candidato priísta Manuel Añorve.

 “Cada elección que ven perdida sacan lo mismo”, argumentó el coahuilense. Si hubiera revisado los hechos más de cerca quizá hubiera advertido unas huellas digitales adicionales: las del gobernador Zeferino Torreblanca, quien de tumbo en tumbo, de traición en traición, se acerca al final de su mandato, para bien de los guerrerenses.

HOY VIERNES, cuando haya reunión plenaria de las dos bancadas del PRI, en la agenda parlamentaria común brillará como puñal una propuesta con el potencial de un obús para la administración del presidente Felipe Calderón: la propuesta de reducir el IVA de 16% a 12%. La iniciativa que ha empezado a crear dolores de cabeza en el gobierno trae una tarjeta personal del líder senatorial priísta Manlio Fabio Beltrones.

LEGISLADORES panistas, reunidos ayer en el hotel Del Rey, en la ciudad de Toluca, no perdieron la oportunidad de realizar una pasarela, rumbo a las elecciones para el gobierno del estado de México. Cientos de acarreados fueron concentrados en el área para corear, unos a Luis Felipe Bravo Mena, y otros a Ulises Ramírez. El montaje parece corresponder al estilo del segundo, el controvertido senador que no en balde abrevó por años en la cultura priísta. (…)

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