DAVOS, SUIZA.- El presidente Felipe Calderón no ha tenido que tratar temas de violencia o combate contra el narcotráfico en el Foro Económico Mundial, por lo menos no en sus presentaciones públicas. La ecología y el calentamiento global han sido los asuntos de sus ponencias en esta máxima cumbre empresarial-política.
Ayer, en su primera aparición pública, el Presidente participó en un debate televisado por la agencia de noticias AP sobre los acuerdos de la COP 16 en Cancún. Tomaron parte también el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, y la secretaria general del Acuerdo Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, Christiana Figueres.
La representante de las Naciones Unidas describió el acuerdo de Cancún como algo "casi milagroso". Pero más tarde cuestionó a los países que dedican enormes subsidios a los combustibles fósiles y más aún a aquellos que los importan y además los subsidian. Es absurdo, dijo, que en el mundo se gaste 12 veces más en subsidiar los combustibles fósiles que las energías renovables.
México ha hecho un gran esfuerzo por presentar ante el Foro Económico Mundial la imagen de un país responsable en materia ecológica. El acuerdo de Cancún es una fuerte carta de presentación. En los autobuses públicos que circulan por el pueblo de Davos se han colocado anuncios que recuerdan que el 25 por ciento de la energía que se emplea en México proviene de fuentes renovables. Ésta es una cifra que incluye la significativa producción hidroeléctrica de nuestro país, pero que no considera el uso de la gasolina para vehículos de motor. Mucho menos orgullosos habríamos estado de reconocer en esos anuncios que México es uno de esos países que importa combustibles fósiles, principalmente gasolina, y que además los subsidia a los consumidores.(…)
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