miércoles, 26 de enero de 2011

[Carlos Marín. El asalto a la razón] Un Jefe perdonado y empacado


Ayer, la Red por la Transformación Global (ex Misteriosos Desaparecedores) difundió una postdata en que afirma lo mismo que su víctima: Diego Fernández de Cevallos “fue liberado a las 6:13 a.m. del día 20 de diciembre de 2010”.

“La sospecha, el escepticismo, la incredulidad y la desconfianza son algunos de los componentes de esa espesa bruma que la opinocracia se ha encargado de esparcir a los cuatro vientos”, dicen con razón irrebatible sus secuestradores, quienes también hicieron pública la “pena capital” a que lo habían condenado, y de la que se salvó porque “solicitó por escrito que ésta le fuese conmutada...”

Le tocó entonces a Diego (con Pepe Cárdenas, en Radio Fórmula) avalar la versión de sus captores.
Nada indica que dejen de revelarse los detalles medulares del calvario al que sobrevivió.

Por ejemplo, que para trasladarlo al paraje en que fue liberado, viajó más de dos horas empacado: en posición fetal; ceñido con incontables vueltas de cuerda; embolsado en un sleeping bag, y medio respirando a través de dos tubitos de plástico…

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