martes, 18 de enero de 2011

[Ciro Gómez Leyva. La historia en breve] La balacera duró 29 segundos



¿Qué pasó, gobernador?, le preguntamos Raymundo Riva Palacio y yo a Rubén Figueroa en la Casa de Gobierno de Chilpancingo el 13 de julio de 1995. Era la primera entrevista tras la matanza de 17 personas en Aguas Blancas, Guerrero, el 28 de junio.
—Llegó el primer camión en donde venía el líder de ellos, Marino. Se bajan, se observa claramente en el video; se bajan todos, tiran los palos, tiran los machetes y no alcanzan a cruzar ni cinco frases el subprocurador y él cuando empieza a preguntar: 

“Oye, qué pasó, por qué me detienen”. Le contesta: “Porque quiere el gobernador que se regresen y busquen la forma de dialogar otra vez con las personas que lo han hecho”. No alcanzaron a cruzar más que esas frases, cuando llega el segundo camión. 

De ese segundo camión, sin mediar palabra alguna, se suscitó la confusión, porque dos personas automáticamente brincaron, cosa inusual. Con machete uno le pegó a un policía y el otro se empezó a jalonear con éste, queriéndole quitar el arma. Y se bajan otros dos del camión de atrás y disparan. En ese momento se suscita la balacera.

—¿Cuánto dura?
—La balacera, 29 segundos; el hecho dura un minuto.

El domingo 12 de marzo de 1996, dos días antes de que la sombra de Aguas Blancas forzara a Figueroa a dejar el cargo, Ángel Aguirre, presidente del PRI en Guerrero (el PRD lo responsabilizaba por la “represión contra militantes” en Ometepec, 1990), le organizó movilizaciones de apoyo.

De nada le sirvieron al Tigre de Huitzuco. Pero Aguirre tomó su lugar y gobernó hasta 1999. Este martes, muchos años después, debatirá como candidato del PRD y “las izquierdas” con el abanderado del PRI, Manuel Añorve.

Las encuestas marcan que el “perredista” Aguirre tiene una buena probabilidad de ganar en dos domingos y volver a gobernar Guerrero.

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