“Para que se dé un curso expedito a la aplicación de la ley”, el director general de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, le recordó ayer al presidente Felipe Calderón que son ya más de 900 las denuncias interpuestas por las agresiones que sus trabajadores vienen padeciendo a partir de la extinción (octubre de 2009) de Luz y Fuerza del Centro.
El dirigente del sindicato nacional, Víctor Fuentes, acotó que, para los electricistas, “el subirse a una línea, a una torre, significa que su vida está en riesgo”, pero “lo que no se vale es que impunemente, a diario, cotidianamente, sean agredidos…”
Sin llamar a nadie por su nombre, Elías y Fuentes aludían al Sindicato Mexicano de Electricistas y a los seguidores de Martín Esparza.
Por más que en su respuesta Calderón invocara el lugarcomunesco “todo el peso de la ley” contra los golpeadores y saboteadores, el recordatorio llega tarde: es gracias a sus secretarios de Gobernación y del Trabajo, así como a la Junta Federal de Conciliación, que “¡Se ve, se siente, el SME sigue presente...!”
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