jueves, 22 de septiembre de 2011

Carlos Ramírez. Indicador Político [Las anti lecciones de Zapatero]


+ España: ceguera de izquierda

Al grito de “bajar impuestos es de izquierda”, el presidente socialista español José Luis Rodríguez Zapatero inició su segundo periodo cuatrienal en 2008 con una política económica populista que estalló en mil pedazos el 2010-2011 y que puso a su partido 14 puntos porcentuales abajo del centro-derecha Partido Popular.

Más allá del contexto electoral, la crisis económica de España es un buen laboratorio para analizar una crisis económica. Zapatero recibió en 2004 una economía con un superávit presupuestal de 1% y la llevó a un déficit de -12% en el 2011. Agobiado por el desempleo, la desaceleración, el déficit, la demagogia económica y las protestas sociales, Zapatero tuvo que reconocer su fracaso y adelantar seis meses las elecciones generales.

Aunque la palabra Zapatético fue acuñada por el académico Luis María Ansón, consejero político de Don Juan de Borbón, para ilustrar los desfiguros políticos de Zapatero, el juego verbal se ajusta para definir desde ahora la política económica de gobernantes populistas --que no de izquierda-- que buscan el voto fácil a costa de la racionalidad de la ciencia económica: Zapatética.

En su campaña electoral de 2008 para su primera y única reelección, Zapatero prometió regalar dinero a costa del superávit presupuestal: menos impuestos a los ricos, regalo de 400 euros anuales a cada español en sus declaraciones fiscales y regalo de 2 mil 500 euros a cada mujer española que tuviera o adoptara un hijo.

Lo demás fue la demagogia zapateril ante la crisis: “falacia, puro catastrofismo”, declaró Zapatero al finalizar 2007 y ya con las sirenas prendidas por la crisis hipotecaria. En mayo del 2010, ya con la crisis como lápida sobre el futuro de España, el presidente Obama presionó a Zapatero para que aplicara correctivos neoliberales y paliar los efectos desastrosos de la crisis, por cierto el recetario que el propio Obama se negó a aplicar en los EU hasta que los republicanos lo pusieron en su lugar.

La crisis española de Zapatero es una crisis típicamente populista: gastar dinero sin atender el asunto fiscal. Los gobernantes han preferido cubrir sus deficiencias de política económica con gasto de corto plazo que pueda --aunque no siempre lo logra-- estimular el crecimiento económico, provocando altos déficit presupuestales. (…)

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