Los panistas que apoyan a Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel o Ernesto Cordero, por una parte, y los perredistas que respaldan a Marcelo Ebrard, por la otra, debieran agradecer la vacilada que se aventó ayer el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira.
Con base en las encuestas que vienen levantándose (cuando todavía faltan 10 meses para las elecciones presidenciales), afirmó:
“Nuestra competencia es con Andrés Manuel López Obrador, para ser claros y sinceros…”
Moreira no puede desconocer lo que piensa el más adelantado de los precandidatos, Enrique Peña Nieto, quien sostiene que ninguno de los probables merece ser desestimado.
Tanto panistas como perredistas pueden, sin duda, capitalizar la provocadora puntada de Moreira y trabajar para que sus preferidos crezcan en las preferencias y, no se diga, cuando estén definidas las postulaciones.
Por bajos que frente a Peña Nieto aparezcan hoy en las encuestas Josefina, Santiago, Ernesto, Marcelo, ¡y hasta el propio López Obrador!, ¿alguien puede soñar que no repuntarán los que resulten ungidos por el PAN y el PRD?
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