jueves, 22 de septiembre de 2011

Leo Zuckermann. Juegos de poder. [El destape de Peña: los dichos y los hechos ]


Enrique Peña Nieto finalmente se destapó. Dice que quiere ser Presidente. ¿Alguien lo dudaba? Desde luego que no. Todo el mundo lo sabía. Pero él, al mejor estilo priista, durante mucho tiempo se mantuvo “tapado” en el discurso, cuando estaba destapadísimo en lo que más cuenta en la política: los hechos.
En cuanto al destape, creo que cometió un error. En lugar de haberlo hecho en una conferencia de prensa donde estuvieran presentes todos los medios de comunicación, fue al noticiero de Joaquín López-Dóriga en Televisa a dar el anuncio.

Es cierto que este programa noticioso es el que más audiencia tiene en la televisión mexicana; por tanto resulta una buena plataforma para ser escuchado por millones de electores. Pero al haberlo hecho así generó dos problemas.

En primer lugar, los medios son muy celosos de este tipo de eventos. Todos quieren la exclusiva. Y el priista más popular, al habérsela dado a Televisa, generó la animadversión de los demás medios que también querían participar en la“crónica de un destape anunciado”. Pero lo peor es que al destaparse así, legitima las voces de que se trata de un candidato producto de Televisa que es la que realmente lo controla; que Peña es sólo una “estrella” más del Canal de las Estrellas. Y este tipo de argumentos los van a usar mucho los adversarios del priista en la campaña presidencial. Ahora tienen más municiones para hacerlo.

Después de la entrevista con López-Dóriga, Peña ha dado otras más. En todas ha hablado de puras generalidades, que es otra de las críticas que se le hacen al priista. Afirman que habla mucho y no dice nada; que es un “muñeco” carismático sin sustancia.(…)

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