viernes, 10 de diciembre de 2010
[Carlos Ramírez. Indicador Político] +Sedena, blindada a presión EU, + Wikileaks: Washington enojado
El trasfondo de las revelaciones de Wikileaks sobre el ejército mexicano reveló tres hechos:
1.- El interés del gobierno de los EU por romper el blindaje del ejército mexicano que ha impedido al Departamento estadunidense de Defensa subordinarlo. La información revelada por Wikileaks enfatiza los temas centrales de la seguridad estadunidense en México: sitios estratégicos, críticas al Cisen y narcoinsurgencia. Con ello, la Casa Blanca quiere meterse directamente en las áreas militar, de seguridad pública e inteligencia de México. Por eso el primer paso es demeritarlas.
2.- Dividir a las fuerzas armadas mexicanas al elogiar a la Marina --que ya recibe entrenamiento del Marine Corps estadunidense-- y desdeñar a los militares que se han convertido en la primera línea de combate contra el crimen organizado y en la última línea de defensa de la soberanía nacional ante la intención de los capos de la droga de dominar zonas territoriales y sobornar a gobiernos y políticos.
3.- México de nueva cuenta, como en los gobiernos intervencionistas de Ronald Reagan y los dos Bush, es colocado como un problema de seguridad nacional de los Estados Unidos. Por tanto, las evaluaciones norteamericanas tienden a enfatizar a los servicios de seguridad de México en la lógica de los intereses estadunidenses que no son los mismos que los mexicanos. De todos modos resulta paradójico que los EU critiquen al Cisen mexicano cuando el servicio de inteligencia más corrupto, incompetente, torturador e infiltrado del mundo es la CIA.
Lo malo del asunto fue que Wikileaks reveló la forma de operar de las embajadas de los EU en el mundo a base de chismes, frases sueltas y datos acomodados a sus intereses, la capacidad de análisis en los países afectados se agota en la revelación y no en el procesamiento de esa misma información. (…)
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