lunes, 13 de diciembre de 2010

[Sergio Sarmiento. Jaque Mate] Liu y China


China tuvo mucho más éxito en censurar la información sobre la ceremonia en que debió entregarse el Premio Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo que Estados Unidos en evitar la difusión de las filtraciones diplomáticas de WikiLeaks.

Si bien Julian Assange está detenido y el portal de WikiLeaks se ha convertido en un judío errante en busca de servidor anfitrión, la información se ha difundido de manera amplia en todo el mundo. En cambio, la mayoría de los chinos o no han sabido de la concesión del Premio Nobel de la Paz a un compatriota o han escuchado solamente la versión de que el galardón es una farsa montada por las potencias occidentales envidiosas del creciente poderío chino.

Ni el premiado Liu ni ningún miembro de su familia acudieron a la ceremonia del Premio Nobel en Oslo este viernes 10 de diciembre. Esto no había ocurrido desde 1935, cuando Adolf Hitler prohibió a cualquier alemán acudir a la ceremonia en que se galardonó a Carl von Ossietzky, quien se encontraba recluido en un campo de concentración. Cuando se concedió el premio de 1975 al escritor soviético Andréi Sájarov, su esposa, quien se encontraba fuera de la URSS, sí pudo acudir a recibir el premio.

La fuerza económica y diplomática de China quedó de manifiesto por el hecho de que 16 países con representantes diplomáticos en Oslo se abstuvieron de acudir a la ceremonia, entre ellos Cuba y Venezuela.(…)

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