viernes, 10 de diciembre de 2010

Firme acotamiento a la Iglesia católica en política: diputados



El Financiero
Sección: Política
Género: Crónica
Publicación: 09 diciembre de 2010.
Autor: Víctor Chávez

Al conmemorar el 150 aniversario de la promulgación de la Ley sobre libertad de Culto, todos los partidos políticos representados en la Cámara de Diputados plantearon mantener un "firme acotamiento" a la injerencia de la iglesia católica en el terreno de la política, frenar sus privilegios y refrendar la vigencia de los lemas del expresidente Benito Juárez para garantizar la convivencia democrática y el respeto a la libertad religiosa.

Desde la tribuna, a nombre del grupo parlamentario del PRI, el diputado Emilio Chuayffet Chemor celebró los 150 años de Estado laico en México, porque —dijo— "es muestra de que el país mantiene fórmulas justas para que la iglesia no interfiera en las políticas públicas y los gobiernos den garantía de respeto y libertad a todos los credos".

Subrayó que "la libertad de culto y Estado laico son dos caras de la misma moneda", por lo que destacó que el laicismo es la protección más efectiva de la base de cualquier democracia y del imperio de la ley que da igualdad jurídica al pueblo.

Respeto, la clave Por su parte, la diputada del PAN Adriana Hinojosa Céspedes dijo que en el marco del 150 Aniversario de la promulgación de la Ley de Libertad de Culto, Acción Nacional considera que "la convivencia democrática y moderna debe fundarse en el respeto del Estado con los grupos sociales".

Agregó que su partido "está comprometido con el respeto a la libertad religiosa para fortalecer el Estado laico", el cual debe entenderse como "aquel que defiende la separación institucional entre religión y política, con neutralidad del Estado respecto a las religiones, pero con un respeto a la cultura del país".

En tanto, por el PRD, el diputado Rodolfo Lara Lagunas indicó que con la libertad de culto se reafirma la laicidad del Estado y el respeto a la sociedad, y pone a México como un país moderno y civilizado.

El legislador dijo que con los logros que han hecho, permitirán que se continúe con la defensa de los derechos de los trabajadores mineros, de los pobres, de los afectados por los asesinatos y í*i>s desempleados "por parte de la oligarquía que mal gobierna este país".

La legisladora Rosario Brindis Álvarez, del PVEM, dijo que "los 150 años de la Ley de Libertad de Culto no pueden seguir con letras minúsculas en el calendario oficial. De otra manera, corremos el riesgo de olvidar que tenemos la libertad de escoger, convivir y de respetar los derechos de los demás".

En representación del PT, la diputada Teresa Guadalupe Reyes Sáhagún comentó que la conmemoración de los 150 años del Estado laico significa la defensa de uno de los pilares fundamentales de la República frente "al asedio frivolo y reaccionario de los idólatras del neoliberalismo poscristeros, sinarquistas, legionarios de Cristo y yunquistas, quienes desde su gobierno ilegítimo promueven la inequidad (sic) económica, el desequilibrio político y la violencia desenfrenada".

El diputado Víctor Hugo Círigo Vásquez, de Convergencia, expuso que la libertad de cultos ha dejado una profunda enseñanza que los mexicanos no podemos dejar pasar inadvertida, pues corresponde a las iglesias desarrollar, sí, un trabajo pastoral, pero acorde con lo establecido en la Carta Magna y en las leyes que de ella emanan, sin acudir al viejo expediente e intervenir en otro tipo de asuntos que &orresponden a las autoridades civiles.

No a la intolerancia Por el Partido Nueva Alianza —el partido del magisterio, fundado por Elba Esther Gordillo—, el diputado Roberto Pérez de Alva Blanco expresó que esta ley modernizó a México y reconoció derechos "obstinados''''. Además de que los postulados juaristas de libertad de culto hoy más que nunca deben garantizarse, sobre todo cuando la voz de la intolerancia se ha venido manifestando sistemáticamente en distintas partes del país.

Conmemorar este aniversario —dijo— convoca a respetar y a hacer v%lgr cada vez más la plena tolerancia religiosa, la libertad de conciencia y, muy especialmente, a fortalecer la educación laica más allá de las preferencias políticas o religiosas para contribuir en la laicidad del Estado mexicano de acuerdo con la armonización de sus principios esenciales. 

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