Al cándido diagnóstico del dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, sobre la consulta del domingo acerca de la (abortada ya) alianza de espurios y legítimos en el Estado de México, en el sentido de que el resultado fue “mejor imposible”, conviene recordar que el universo electoral en esa entidad supera los 10 millones de votantes potenciales, de los cuales únicamente alrededor de 230 mil dijeron “sí” o “no”, y que uno de cada cinco aprobó la mancuerna PAN-PRD (que ya no se dará).
Eso quiere decir que a la inmensa mayoría de ciudadanos mexiquenses le importa un comino si se conforma o no esa mancuerna de candidato único.
Mientras que antier fueron 963 las mesas instaladas, cuando se realice la elección por la gubernatura se requerirá el montaje de ¡seis mil 705 casillas!
La consulta del domingo, pues, no sirvió prácticamente de nada, como se evidencia, por cierto, con uno de sus principales impulsores, Marcelo Ebrard, comprometiéndose a respaldar a Alejandro Encinas y… al lopezobradorismo.
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