martes, 29 de marzo de 2011

[Carlos Ramírez. Indicador Político] Libia: guerra anticrisis de EU



  • Libia: guerra anticrisis de EU
  • Como Bush, apoyar reelección


Agobiado por la economía que no repunta, sin legitimidad en la ocupación de Afganistán y adelantado por la Unión Europea que había apuntalado a Mu‘ammar al-Qaddafi y ahora bombardea como cargo de conciencia, el presidente Barack Obama decidió participar en los ataques contra el dirigente libio.

Se trata, por cierto, de la repetición del modelo Bush que le permitió la reelección en noviembre de 2004: el aumento en la escalada de violencia en Irak para reactivar la economía y agitar el fantasma del miedo al terrorismo y la invasión a Afganistán para reforzar el fantasma terrorista. La guerra como factor de estímulo económico forma parte del esquema del complejo militar industrial que domina la estructura de poder de los EU y también como hegemonía política del imperio.

A poco más de dos años de mal administrar la crisis heredada, con programas de emergencia que dispararon el déficit presupuestal a cifras de dos dígitos y con una economía semi estancada y sin repercusión en el desempleo, Obama pareció no encontrar más salida que en la economía de guerra para reactivar el crecimiento y asegurar su reelección.

Sin embargo, la economía de guerra suele también ser un factor perturbador en el escenario geopolítico. Obama heredó el retiro de la invasión a Irak y la ocupación de Afganistán, pero sin haber logrado los objetivos de derrota del terrorismo y de instauración de una democracia estadunidense.

La participación de los EU en los bombardeos a Libia sería la primera guerra de intervención acreditada a Obama, después de haber recibido el premio nobel de la paz y de haber justificado en el discurso de recepción el concepto de la “guerra justa”. En Libia se quiere norteamericanizar la política.

Se trata del mismo modelo imperial. El presidente George Bush padre, que acaba de recibir la “Medalla de la Libertad” de manos de Obama, organizó la invasión a Panamá en 1989 con el concepto de “Operación Causa Justa” para derrocar y arrestar al jefe de Estado Manuel Antonio Noriega, a quien paradójicamente Bush padre había reclutado como agente de la CIA cuando dirigió la agencia en 1976. Y fue también Bush padre el que desarrolló la Guerra del Golfo “Tormenta en el Desierto” en 1991 invadiendo Irak para obligar a Saddam Hussein a salirse de Kuwait en una disputa por el petróleo.(…)

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