miércoles, 30 de marzo de 2011

[Julio Hernández López. Astillero] Bravo Mena, predestinado


 
  • Yunque amarillo
  • Bravo Mena, predestinado
  • Impudicias recíprocas
  • Asesinatos en Morelos


Los perredistas del estado de México podrían acabar votando por El Yunque si las alianzas con el PAN excluyen a Alejandro Encinas y favorecen al ex secretario particular de Felipe Calderón en Los Pinos, el sombrío ultraderechista Luis Felipe Bravo Mena. La geometría política llevada a extremos aberrantes colocaría a la izquierda electoral mexiquense en una insólita postura de claudicación histórica si es que triunfara el diseño original de la historieta electoral de aquella entidad, que fue concebida y ha sido ejecutada desde Los Pinos en contubernio con Chuchos y Camachos (yunque-chuchismo), aunque ahora el pupilo Ebrard se desmarque por razones de oportunidad de la mencionada alianza inviable (o, como escribió @miguel_r_v en Twitter: El yunque y el martillo juntos, ¡solo falta la hoz para el reencuentro! Ironías de la vida).

Pero, más que un reto fuerte parecería que hay un desplome bien medido: un perfil tan pesadamente definido como el del jefe yunquista Bravo Mena solamente podría ser presentado como carta panista para la negociación de alianzas con el PRD si se considerara que éstas han entrado en un punto muerto, ante lo cual fuera urgente apuntalar a un candidato propio, a pesar de su carácter expresamente contrario al espíritu de conciliación, o, por otro lado, si el cambalache acordado con los Chuchos perredistas fuera tan crudamente práctico que el beneficiado con la toma de decisiones en este caso, el PAN, pudiera hacerlo con absoluta falta de respeto a la contraparte que, a la vez, podría actuar con similar insolencia en la siguiente jugada, por ejemplo Nayarit, donde Guadalupe Acosta Naranjo parecería impresentable para el panismo local pero debiera aceptarlo en reciprocidad de impudicias políticas.

El tufo a golpe pinolero largamente acordado es evidente: Bravo Mena dejó el 7 de enero de este año la estratégica secretaría particular de Los Pinos porque estaba siendo enviado a pelear el estado de México, según de inmediato sembraron en notas y columnas los operadores de prensa del felipismo. 

Y ayer las formas de su consolidación como precandidato único evidenciaron el mismo sello de poder que las ejercidas por Peña Nieto con Eruviel Ávila: los otros dos aspirantes a la postulación, el senador Ulises Ramírez y el ex presidente municipal de Naucalpan, José Luis Durán Reveles, se convencieron por sí mismos de que lo mejor era ceder el paso a Bravo Mena y así lo hicieron, conducidos por la mano de Gustavo Madero que, en este caso, significa la de Felipe Calderón(…)

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