Es comprensible la reacción de Jesús Ortega: es un apostador que, para no perder hasta la camisa, ha tenido que ir subiendo la apuesta. Y en el Estado de México va a volver a jugarse todas sus fichas.
Son comprensibles su nerviosismo, vehemencia, pasión. Caen en la buena lid de la contienda electoral.
Tiene razón, además, al criticar los números de las encuestas en 2010. No hay casa encuestadora que hoy pueda levantar la mano para tirar la primera piedra. Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) no es la excepción. En este espacio hice la autocrítica de la experiencia en los comicios del año pasado (“¡Fallaron las encuestas!”, julio 8, 2010).
Pero ayer Jesús Ortega, presidente del PRD, fue impreciso.
La mayoría de las encuestadoras se hicieron a un lado, o manejaron con pinzas, las elecciones de Guerrero. Así es que con el Estado de México comienza plenamente la temporada 2011-2012. El martes presentamos en MILENIO Televisión los números de una encuesta telefónica de GCE sobre las primeras percepciones frente a la consulta PRD-PAN del 27 de marzo. Aclaramos que era telefónica, que no habíamos “filtrado” a los priistas que también participaron, que había confusión en los entrevistados.
Por eso dijimos que tomábamos el resultado como un dato preliminar muy general. Queríamos saber, básicamente, si la idea de la alianza opositora entusiasmaba o no a una mayoría de mexiquenses. Y registramos que, al martes, no lo hacía.(…)
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