El reporte que WikiLeaks atribuye al embajador Carlos Pascual sobre la debilidad de los precandidatos presidenciales del PAN es todo, menos un secreto.
Es, sí, un análisis de lo que cualquiera, el Presidente de la República incluido, aprecia de la caballada panista cuando estamos a ocho meses de que se definan los candidatos presidenciales, en noviembre de este año.
Esa debilidad fue expresada de otro modo por el mismo Felipe Calderón en su intervención ante el Consejo del PAN el sábado, cuando llamó a elegir al mejor candidato, dentro o fuera del partido, porque lo que está en juego, dijo, no es el PAN, es el país.
Derivado del rechazo que Calderón tiene por el priísmo y la aversión de entregarle de regreso Los Pinos, se entiende que estamos ya en plena campaña y que si hace cinco años, para el PAN López Obrador era un peligro para México, ahora ha dejado de serlo y es el PRI el que se ha convertido en tal peligro para México.
El mensaje del sábado no deja lugar a dudas: hay preocupación y no hay candidatos fuertes en el panismo, a pesar de la ventaja que pueda tener Santiago Creel, quien seis años después aparece de puntero azul en las encuestas, seguido de Josefina Vázquez Mota, pero a mucha distancia de Enrique Peña Nieto y detrás de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con los sondeos y a las reacciones, el PAN-gobierno ya no ve en López Obrador aquel peligro para México, que en realidad lo era para su apuesta electoral, y es el PRI, el que por aparecer en primer lugar, amenaza el proyecto de continuidad panista en Los Pinos y por eso ahora es el peligro para México.(…)
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