Mi madre, maestra normalista jubilada, se atiende en el ISSSTE desde siempre. Impensable insinuarle una alternativa. Desde siempre, entonces, hemos tenido una relación muy cercana con el ISSSTE, especialmente con el Hospital 20 de Noviembre.
En el ISSSTE le quitaron la vesícula en 1983, la sacaron de un infarto en 1996 y le tratan un delicado problema neurológico. Por no hablar de cientos de consultas. Y siempre nos ha ido muy bien.
Por esa proximidad supe de la crisis de medicamentos que vive la institución. ¿Por qué, si en 2007, aprobada la reforma de pensiones, el entonces director Miguel Ángel Yunes nos garantizó que ahora tendrían dinero para satisfacer al cien la demanda?
Mandamos hacer el reportaje y, en efecto, encontramos colas larguísimas y gente lastimada.
El jueves de la semana pasada, el director médico del ISSSTE, Gabriel Ricardo Manuell, nos dijo que se trataba de un problema de desabasto, no de surtimiento, ya que los derechohabientes recibían vales para adquirir las medicinas en otras farmacias. Y arriesgó que en dos jueves, el 3 de marzo, el asunto estaría resuelto.(…)
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