Los maestros de Oaxaca demostraron que su vandalismo está intacto y que puede ser activado en cualquier momento contra el gobierno, en petición de lo de siempre: dinero, canonjías, puestos políticos.
Cualquier cosa, menos educación.
Reviso mis archivos en busca de columnas sobre los maestros de Oaxaca. Del año 2006 recobro estas citas de un reportaje de MILENIO (19/9/06):
“Las organizaciones y algunos líderes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca recibieron del gobierno de Oaxaca alrededor de 400 millones de pesos al año, como ‘apoyo’ a sus actividades.
“Los maestros oaxaqueños logran acumular el pago de 365 días, más 10 días de prima vacacional, más 90 días de aguinaldo, más 19 días de bonos de productividad, esto es un total de 484 días cobrables por 200 días laborables.”
Del año 2008 recobro cifras y hechos publicados por Nathan Pérez en El Imparcial de Oaxaca (18/10/ 08):
“La sección 22, a lo largo de veintiocho años de lucha, ha suspendido clases cerca de mil días.
“De 200 días que contempla el calendario escolar trabajan si acaso 150 pero cobran el equivalente a 484 días.
“Gracias a una vendetta política en contra del entonces candidato del PRI, Diódoro Carrasco, el secretario general de Gobierno de Heladio Ramírez, Lino Celaya Luria, entregó a los líderes seccionales el manejo del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), en donde son juez y parte, pues controlan el noventa por ciento de los niveles de mando de la dependencia que maneja la política educativa, y en donde tienen a un ejército de incondicionales, expertos en movilizaciones.”(…)
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