lunes, 21 de febrero de 2011

[Julio Hernández López. Astillero] ¿Adiós a AMLO en el PRD?



  • Triunfo del C3
  • Encinas, a medias
  • Juegos bélicos pinoleros


Un largo camino de ruptura ha entrado en su tramo final. La solicitud de licencia a su ya desvaída etiqueta de perredista es el punto de condensación de un proceso de divorcio que coloca a Andrés Manuel López Obrador en el riesgo de perder la viabilidad unitaria presidencial de 2012 a cambio de la posibilidad de construir una opción partidaria de izquierda "depurada" luego de esos mismos comicios desde ahora tan accidentados.

Poner a López Obrador en condición de dejar el PRD es ya de entrada una victoria de la alianza 2012 que han formado Los Pinos y la tripleta colaboracionista de los Chuchos, Camacho y Marcelo (C3). Es, en esencia, el fruto envenenado que han producido los arreglos electorales torcidos de 2010 y el presente año. Una imagen dice más que mil declaraciones: Ángel Aguirre Rivero en el consejo nacional perredista, listo para asumir su nueva condición de "izquierda", solicitante de inscripción al sol azteca, mientras López Obrador va de salida.

Adiós a López Obrador bajo los colores negro y amarillo, a menos que se produjera una rebelión de las bases perredistas de la que hasta ahora no hay atisbo. Los Chuchos (y Los Pinos, y Camacho, y Marcelo) buscarán el natural aprovechamiento de la obligada imprecisión logística de López Obrador para empujarlo hacia fuera: no te doy licencia para que me pegues, sería la adaptación chuchista del adagio lopezportillista. 

Tal vez ni siquiera fuese necesario declararlo formalmente expulsado del PRD, sino asumirlo ajeno en cuanto pase a pelear contra las trincheras a las que hasta ahora ha pertenecido de manera singular: distante y confrontado de las estructuras directivas del sol azteca y entregado y activo con el PT y también, pero con menos intensidad y confianza, con la esquiva Convergencia.

Llama la atención que el punto de quiebre de AMLO sea el estado de México y que su carta jugada, la de Alejandro Encinas, se desmarque de la apuesta tabasqueña y prefiera hacer su propio envite. Semipeje y semichucho, Encinas ha considerado un error la solicitud de licencia de López Obrador y anuncia que no la secundará y que no será candidato a gobernador por otro partido que el que considera plenamente suyo, el del sol azteca. 

O es un movimiento táctico pactado, en el que Encinas recorrerá los últimos kilómetros de la fatigosa caminata interescuadras antes de dar un segundo golpe y acabar saliendo del chuchismo dominante y aceptando ser postulado por el PT, Convergencia y el lopezobradorismo, o Encinas ha dejado a AMLO colgado de la brocha y ahora éste deberá recurrir a los servicios alternos de la ya rehabilitada senadora Yeidckol Polevnsky (tuvo un accidente en un pie, lo que la obligó a ausentarse de las giras de AMLO en el estado de México, pero seguramente está puesta para entrar a un relevo de emergencia). (…)

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