jueves, 10 de marzo de 2011

[Joaquín López Dóriga. . En privado] Ebrard, en la trinca del 12



Cuando estamos a ocho meses de que los partidos políticos decidan en noviembre a sus precandidatos presidenciales, los únicos que parecen definidos son el PRI, con Enrique Peña Nieto, y el PT-Convergencia, con Andrés Manuel López Obrador.

El PAN y el PRD viven en una indefinición que atribuyen a lo que ellos llaman tiempos electorales, cuando en realidad lo que sufren es una disputa por el poder.

En el PRI, la única duda es la fecha y el método para formalizar lo de Peña Nieto; en el PT-Convergencia, si López Obrador irá por esta alianza o se sumará el PRD; en el PRD lo mismo, si van solos con Marcelo Ebrard o se suman a AMLO, y en el PAN a la espera de que crezcan sus 10 precandidatos, y que el presidente Felipe Calderón suelte a sus corredores del gabinete.

El escenario más complicado lo tiene la izquierda por sus conflictos internos. En otras condiciones parecería tener despejada su ecuación con López Obrador, pero este mismo factor es su conflicto, lo que abre al PRD la opción Ebrard, quien no sé si después de escuchar la autoproclamación de triunfo electoral del tabasqueño, esté decidido enfrentarlo a él por la candidatura y a Peña Nieto en la presidencial.

O igual se va por una trinca con AMLO candidato de una gran alianza de izquierda a la Presidencia, él al Senado, que le daría exposición para 2018, y un candidato como Juan Ramón de la Fuente para el Gobierno del Distrito Federal.

Pero siempre con la esperanza de que ganara Peña Nieto para poder alzarse como referente y candidato a la presidencia desde el Senado en 2018, imposible con AMLO en Los Pinos.

¿Política ficción?

No sé, pero, ¿qué sería de la ficción sin la política y de la política sin la ficción?(…)

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