lunes, 7 de marzo de 2011

[Jorge Fernández Menéndez. Razones] La hora de elegir


 El problema en la política, como en la vida, es elegir y elegir bien. Ya a nadie le caben dudas de que la lucha por las candidaturas presidenciales para 2012 ha comenzado: el viernes, al iniciar su mandato como presidente nacional del PRI, Humberto Moreira fue explícito al respecto y ligó, como era lógico, ese proceso con las elecciones estatales de este año, sobre todo con la del Edomex.

En el PRI hay sólo dos candidatos: Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones. En el PRD la de la candidatura es una batalla abierta desde hace semanas y, como lo reconoció, Hortensia Aragón, secretaria general del partido, la solicitud del llamado G-8 (las ocho tribus que apoyan dentro del PRD a López Obrador y que tienen como candidata a la presidencia del partido a Dolores Padierna) para quitar a Manuel Camacho del DIA, el frente que aglutina al PRD, el PT y Convergencia, acusándolo de impulsar las alianzas y con ello de apoyar al gobierno de Felipe Calderón, fue el primer golpe abierto del ex candidato presidencial contra Marcelo Ebrard. Mucho del futuro del PRD y de esas candidaturas se juega en lo que resta del mes. Pero allí también hay sólo dos candidatos: Marcelo y Andrés Manuel.

En el PAN dicen que hay diez precandidatos y las cosas pueden salirse de cauce si no comienzan a calmarse las aguas que dejó muy agitadas la pasada elección de su dirigencia. La reunión de Vallarta para formar un frente antiCordero, la oposición a Gustavo Madero pasada la elección, la forma en que están trabajando los precandidatos, algunos atados a sus responsabilidades, otros no, están configurando un escenario complejo.

Es coherente que Madero haya pedido a los precandidatos panistas que consideren serlo, que vayan levantando la mano y diciendo qué quieren. También que, en un periodo de tiempo determinado, que no puede ser muy largo, dejen sus responsabilidades públicas para trabajar por esa candidatura. El problema es que hay muchos precandidatos porque hay pocas definiciones claras sobre el perfil que éste debe tener y, al mismo tiempo, porque la lucha interna en el partido está siendo mucho más dura que en el pasado.

En la reunión del Consejo Nacional de este fin de semana, los golpes por debajo de la mesa estuvieron a la orden del día: un sector (llamémosle el anticorderista, y que apoyó la candidatura de Roberto Gil) se retiró el sábado de la reunión para impedir que hubiera quórum a la hora de votar distintos acuerdos, entre ellos el que establecería los mecanismos de selección para candidatos a cargos de elección popular. Otro sector, como contragolpe, rechazó la rendición de cuentas de la gestión de Germán Martínez (el ex presidente nacional del partido e impulsor de Gil en la elección pasada) en los comicios intermedios de 2009. (…)

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