martes, 15 de marzo de 2011

[Sergio Sarmiento. Jaque Mate] El terremoto



Las autoridades japonesas han elevado el cálculo de la magnitud del terremoto del 11 de marzo de 8.9 a 9.0 grados. De confirmarse, el sismo japonés empataría al de Kamchatka del 4 de noviembre de 1952 como el cuarto mayor desde 1900, que es el periodo en que se tienen mediciones de razonable precisión; y superaría al que ahora está en quinto lugar, el de Maule, Chile, del 27 de febrero de 2010.

Un sismo de 9.0 grados equivale a una explosión de 474 megatones o megatoneladas (millones de toneladas) de TNT. Esto representaría cuatro veces más la intensidad del sismo de 8.5 grados (84.4 megatones) de 1985 en México y 999 veces más el de 7.0 grados (474 kilotones o miles de toneladas) de Haití de enero de 2010.

La intensidad, por supuesto, no es el único factor que define las pérdidas humanas o materiales de un sismo. En el momento de escribir este artículo el gobierno japonés tiene una cifra oficial de 1,833 fallecidos, pero se estima que una vez que se registren todas las víctimas, particularmente las del tsunami, la cifra se elevará a unos 10 mil, número similar al del sismo de México de 1985. En contraste, el de Haití de 2010, mucho menos intenso, dejó más de 300 mil muertos y destruyó la ya frágil economía de ese país.

Japón es una de las naciones más desarrolladas del mundo con un PIB de 42 mil 325 dólares por persona, el decimoséptimo del mundo en la lista del FMI sin ajustes de paridad cambiaria. También es una de las más preparadas para un terremoto. Los códigos de construcción en el Japón son muy estrictos.

Quienquiera que vive ahí recibe información sobre qué hacer en caso de un sismo. La enorme mayoría de los muertos de este terremoto, de hecho, perecieron como consecuencia del tsunami, un fenómeno para el que poca protección previa se puede generar.(…)

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