lunes, 14 de marzo de 2011

[Carlos Marín. El asalto a la razón] Lento y gracioso, "El Calladito" Melson


Ante un subcomité senatorial, el procurador general de los Estados Unidos, Eric Holder, dijo que "dejar caminar las armas no es algo aceptable…".

Se refería a las versiones de que la operación Rápido y furioso incluyó el contrabando de arsenales a México.

Lo dicho por Holder pudiera ser un simple acto de cinismo, pero tiene gran relevancia porque los funcionarios federales de su país no suelen mentir ante el Senado, como se constató en los casos Watergate (con los achichincles de Richard Nixon castigados por mentir y la renuncia del Presidente antes que exponerse a ser citado) y del Salón oral (gracias al cual se sabe que, para Bill Clinton, una felatio "no es una relación sexual").

Del procurador Holder, precisamente, depende y está en entredicho la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.

El agente que reveló (en la cadena CBS) el contrabando alentado y tolerado, John Dodson, mostró documentos que hablan de arreglos entre oficiales estadunidenses y vendedores gringos de armas dizque para seguirles a éstas el rastro. Según los reportes, unas mil 765 fueron vendidas en 15 meses a delincuentes que las pudieron pasar y, del total, 797 se recuperaron en ambos lados de la frontera (95 ligadas a crímenes en suelo mexicano), y al menos dos agentes estadunidenses (uno en Arizona, otro en San Luis Potosí) habrían sido asesinados con ellas.

La operación en sí equivale a las incontables que se hacen en Estados Unidos, México, China y todo el mundo para seguir la pista de cualquier producto ilegal. El problema de ésta no sólo es que ninguna autoridad mexicana fuera prevenida, sino que lo ignoren los principales responsables de la justicia y la seguridad en EU.(…)

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