lunes, 14 de marzo de 2011

[Héctor Aguilar Camín. Día con día] La Sedena y sus agresores


No es infrecuente hallar en los boletines de la Sedena lo que puede leerse en el del 8 de marzo pasado:

"Personal militar repele agresión en el municipio de Buena Vista de Cuéllar, Gro.".
La historia que cuenta el boletín es que en dicho municipio, mientras aplicaba la "Directiva para el Combate Integral al Narcotráfico 2007-201" un imprecisado número de soldados recibió la "agresión con disparos de armas de fuego por parte de seis individuos".

"En defensa de su integridad", continúa el boletín, el grupo de soldados "repelió la agresión, logrando asegurar nueve armas largas".

"De estos hechos", sigue el boletín, "las autoridades correspondientes dieron fe de la muerte de seis presuntos agresores quienes se encontraban en posesión del armamento asegurado".
Hay algo que no funciona en esta versión, que se repite como un machote en muchos boletines de la Sedena. Su redacción sugiere un enfrentamiento iniciado por un grupo de agresores, de lo cual se sigue su persecución y muerte, sin bajas en el bando de los agredidos.

La primera duda es cómo pueden ser los agresores tan ineptos. Inician la agresión sobre soldados que en principio no la esperan y no les causan ninguna baja.

Luego, durante la persecución, el personal de la Sedena no sólo logra reprimirlos, sino que los mata a todos, sin sufrir otra vez ninguna baja.

Contaminado por el lenguaje legal, el boletín habla de "presuntos agresores". ¿Son "presuntos" o son reales? ¿Agredieron realmente a los soldados o éstos presumieron que iban a ser agredidos?
No me interesa criticar el estilo del boletín, desde luego, sino su fondo: ¿es verosímil que el Ejército sea agredido, persiga a sus agresores y los traiga a todos muertos, en este caso seis, sin sufrir mayores bajas?(…)

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