martes, 1 de marzo de 2011

[Carlos Ramírez. Indicador Político] Armas de Sarkozy matan a libios - Zona árabe: EU, petróleo, poder



Desgastado en la defensa de una delincuente sentenciada en México, el presidente Nicolás Sarkozy tiene enfrente a un problema mayor aunque de la misma dimensión: la venta de armas al gobierno libio del coronel Mu‘ammar al-Qaddafi, muchas de las cuales ahora mismo están asesinando libios que salieron a las calles a derrocar a la dictadura de cuarenta y dos años.

En la visita de al-Qaddafi a París, en diciembre de 2007, Sarkozy le dio al dictador un recibimiento digno de la Corte de Luis XVI, con todo y la Marie-Antoinette del siglo XXI que vive en el Elíseo. La razón del tratamiento monárquico tuvo que ver con el compromiso de negocios favorables a Francia por más de 10 mil millones de euros. Ello hizo que Sarkozy excluyera de la agenda bilateral el tema de los derechos humanos.

El poder de al-Qaddafi proviene de los dólares del petróleo. Por las mismas fechas, el dictador libio visitó España y el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y el rey Juan Carlos I le dieron también su lugar en la historia, pero, como en el caso de Francia, previo el compromiso de compras por Libia de 11 mil 500 millones de euros. Tampoco España hizo algún gesto de contrariedad por la violación de los derechos humanos. Y con Italia --Libia fue una colonia-- sobra decir la extraordinaria relación de al-Qaddafi con Il Cavaliere Silvio Berlusconi.

Pero se trata del al-Qaddafi que financia grupos radicales y su capacidad de convocatoria involucra reuniones abiertas en Trípoli con todos los grupos revolucionarios, desde cubanos, nicaragüenses y venezolanos, hasta italianos, irlandeses y la ETA española. La prensa internacional se impactó apenas a mediados del 2009 cuando en la ceremonia de celebración de los cuarenta años de la toma violenta del poder acompañaron a al-Qaddafi, entre otros, el presidente venezolano Hugo Chávez junto al jefe de los piratas somalíes --secuestran y cobran millonarios rescates-- Mohamed Abdi Hassan y el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, sobre quien pende una orden de arresto de la Corte Penal Internacional. En esa ceremonia estuvo el terrorista Amdel Baset al-Megrahi, encarcelado por el atentado de Lockerbie que provocó la muerte de 270 personas en 1988 y hoy liberado por padecer cáncer.(…)

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