Recibo un nuevo correo de Roberto Hernández, director de Presunto culpable, a propósito de mi texto de ayer. Abrazo sus comentarios. Algunos párrafos:
“Un amparo es un mecanismo para frenar un acto de autoridad, un acto de gobierno. Yo no puedo jurídicamente (ni tampoco puede hacerlo MILENIO) violar las garantías individuales de nadie. No somos el Estado.
“Tampoco violé la vida personal de Víctor Daniel Reyes ni su privacidad. Yo no lo filmé en su cama o en su casa. (…) En México, las audiencias son públicas y tenemos derecho a la libertad de expresión (…) Lo filmé en un juicio penal en una audiencia pública, en la cual acusó falsamente a una persona. Antonio Zúñiga en total fue condenado tres veces con el testimonio de Víctor a 20 años de prisión. Sólo un documental logró que todo mundo visualizara por qué ese testimonio no era atendible, y así se salvó la vida de Antonio (…)
“Ahora la juez quiere que borremos la imagen de Víctor del documental. ¿Con qué fundamento jurídico lo hace? (…)
“El lunes, Blanca Lobo nos pidió ‘camuflar’ al testigo. Y no nos dijo de qué. Camuflar significa hacer a alguien pasar por algo que no es. ¿De qué lo camuflamos? ¿De testigo veraz? Y ¿cuáles son los fundamentos jurídicos de una petición como esa? ¿Pudor judicial? ¿Maquillar la injusticia, la mentira? (…)
“En México, rutinariamente, los diarios fotografían, fijan y difunden rostros de personas acusadas, ostentándolos con frecuencia como culpables de los delitos de los que diversas procuradurías los acusan. Con frecuencia, los medios hacen esto sin jamás considerar sus perspectivas, ni entrevistarlos. Presunto culpable es un retrato profundamente crítico filmado desde el punto de vista del acusado. De ese retrato, Blanca Lobo quiere borrar al acusador”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario