Fue en el aniversario de la Expropiación Petrolera del 18 de marzo de 2008 cuando el presidente Felipe Calderón anunció la construcción de una nueva refinería en México, para paliar el alto costo de la importación de gasolinas que absorbe la utilidad de la exportación de crudo.
Entonces era secretaria de Energía Georgina Kessel, de Hacienda Agustín Carstens, Ernesto Cordero lo era de Desarrollo Social, de Comunicaciones y Transportes Luis Téllez, de Economía Gerardo Ruiz Mateos, de Gobernación Juan Camilo Mouriño y director de Pemex Jesús Reyes Heroles González Garza.
Se estableció una especie de concurso para ver qué entidad ofrecía mejores condiciones, sabiendo que no había más que Hidalgo y Guanajuato.
Se abrió la puja y al final, luego de millonarias inversiones en terrenos y miles de horas de trabajo, se eligió una zona adyacente a la refinería de Tula, en Hidalgo, la obra, se confirmó, comenzaría en 2010.
Pasó el tiempo, los años, se vencieron los plazos y ahora en 2011 no hay fecha para iniciar la construcción de la refinería que en 2010 se dijo que entraría en servicio en 2015.
Sin embargo, algo la obstruye.
Para este año, según denuncia del gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, en su último informe de gobierno, lo único que se tiene previsto es concursar la barda perimetral de los terrenos.(…)
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