El PAN ha decidido apostar todo a la alianza con el PRD, por lo pronto para el Estado de México, pero también en Nayarit y Coahuila, en 2012. Ya se verá. Si quedaba alguna duda de ello, con el rechazo a la propuesta de reforma fiscal de los senadores del PRI, al argumentar que la misma reduciría la recaudación, lo cual no es verdad, el PAN ha decidido, no sólo apostar a la alianza sino también actuar como un partido opositor desde el gobierno.
Apenas ayer decíamos que Marcelo Ebrard inevitablemente tenía que responder utilizando el lenguaje más duro del perredismo a la iniciativa de reforma fiscal porque, si no, llegaría debilitado a la cita del próximo sábado 19, cuando se renovará la dirigencia perredista.
Pero también que Acción Nacional tendría que optar entre acompañar en el rechazo al perredismo o apostar a las políticas de Estado y avanzar con la reforma fiscal. Y agregábamos que, desde nuestro punto de vista, la lógica partidaria se impondría.
Ya lo hizo ayer mismo: el PAN en la Cámara de Diputados rechazó la propuesta y sus voceros ya adelantaron que no la van a avalar y que en el debate sólo tratarán de impulsar el fin de los regímenes especiales, lo que no tiene demasiado sentido si no se analiza una reforma completa.
Me imagino que algo similar puede suceder con la iniciativa de reforma laboral que ya presentó también el PRI y con el resto de la amplia agenda legislativa que, desde que hace mes y medio comenzó el periodo ordinario de sesiones, no ha avanzado prácticamente en nada, por lo menos en nada sustancial. Impuesta la lógica electoral, aunque todavía falte más de un año para los comicios de 2012, podemos despedirnos desde ahora de cualquier actividad significativa en el Congreso que se aparte de los objetivos proselitistas de los distintos partidos.
Con todo, hay un cambio de percepción importante en la forma en que las fuerzas políticas se quieren presentar de cara al futuro. (…)
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